Por eso es necesario
que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el
rumbo. Porque si el mensaje anunciado
por los ángeles tuvo validez, y toda transgresión y desobediencia recibió su
justo castigo, ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan
grande? Esta salvación fue anunciada
primeramente por el Señor, y los que la oyeron nos la confirmaron. A la vez, Dios ratificó su testimonio acerca
de ella con señales, prodigios, diversos milagros y dones distribuidos por el
Espíritu Santo según su voluntad.
En ocasiones me he
preguntado ¿no sería más fácil o evidente probar que Dios y Jesús existen si
hoy en día tuviéramos milagros como los que sucedieron en su época? ¿Qué pretexto podríamos poner si los ciegos
de nacimiento pudieran ver, los sordos oír y los mudos hablar? ¿Qué diría la ciencia que tanto quiere luchar
contra el Señor si los mares se partieran en dos por un instante y
presenciáramos plagas distintas como pasó con faraón en Egipto? Aunque mi mente carnal me dice que
probablemente eso haría que más gente creyera en la existencia de Dios, mi
entendimiento de lo Espiritual, obviamente a través de la biblia, me dicen que
no habría gran diferencia. ¿Por
qué? Primeramente por la dureza de
nuestro corazón. Segundo, porque los
milagros y las señales que se dieron en el tiempo de Jesús y en la formación de
la iglesia, tuvieron un propósito en específico: demostrar que provenía de
Dios. Sin embargo, el mensaje de Cristo
no era el que la gente viera su gran poder ni sus habilidades. No.
Las buenas nuevas son la reconciliación que ofrece Dios al sacrificar a
su Unigénito. El mensaje que recibimos
es de esperanza en un mundo sombrío. Un
mensaje de amor y misericordia. ¡Ese es
el mensaje que Jesús anunció! Que moriría por nosotros pero resucitaría al
tercer día venciendo a la muerte misma. La
liberación a la esclavitud al pecado y la vida eterna a su lado dándole la
gloria. El hecho de que hayan habido
milagros y prodigios fue simplemente para demostrar que Cristo es Dios y tiene
todo poder bajo la tierra. ¿Lo puedes
entender? Como humanos, preferimos lo
que podemos ver y por ello muchos charlatanes se aprovechan inventando que en
sus congregaciones la gente es sanada.
Gritan. Hacen ruidos
extraños. Dicen que hablan en distintos
idiomas aunque realmente nadie reconoce ni puede traducir lo que dicen. Todo esto para poder decir que se están
realizando milagros. ¡Ese no es el
mensaje de Dios! Por eso el pasaje nos
dice: ¡No descuidemos una salvación tan grande!
¡Prestemos atención a lo que hemos oído y no perdamos el rumbo! Allá afuera hay gente que te tratará de
confundir. Acude a la biblia para
contestar tus dudas. No te dejes convencer
simplemente porque alguien dijo esto o aquello.
En ese entonces, todo se ratificó con las señales y prodigios mientras
que hoy en día, tenemos la biblia y al Espíritu Santo que mora en aquellos que
recibimos a Cristo. Permanezcamos en Él
y no nos apartemos de su palabra sino meditemos en ella constantemente.
Oración
Señor: gracias por
enseñarme tu verdadero mensaje. Gracias por
enseñarme que me amas y que enviaste a tu Hijo para que muriera por mis
pecados. Gracias por resucitarle y
vencer a la muerte para darme esperanza.
Gracias por traer luz a mi vida y alumbrar mi camino. Perdona mis pecados Padre. En Cristo Jesús. Amén.
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