Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba
y ofreció a Isaac su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: Tú
descendencia se establecerá por medio de Isaac. Consideraba Abraham que Dios tiene poder
hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac
de entre los muertos.
Génesis capítulo 22 narra la historia completa. Es desgarradora y conmovedora al mismo
tiempo. Dios llama a Abraham y él
responde: heme aquí. ¡Me encantan estas
palabras! ¡Increíble prontitud para
estar con el Señor! Abraham estaba
constantemente listo para lo que Dios mandara.
Así debes estar tú. A veces
perdemos el tiempo cuando hay bonanza en lugar de estar preparándonos
espiritualmente para el momento en que haya que atravesar una prueba. Dios le pide a Abraham que vaya a unos montes
y que ofrezca ahí a su hijo Isaac en sacrificio. Aquí mucha gente para de leer y bloquea sus
mentes. ¿Cómo es posible que Dios pida
eso? ¡Qué Dios tan sanguinario! ¿Dónde quedó el amor? ¿Sabes?
Recientemente escuché una definición bíblica de amor extraordinaria:
proteger y proveer. Hoy entiendo que
Abraham tenía clara esta definición y por ello pudo caminar con esa fe. Siempre tuvo en su mente la confianza de que
Dios le protegería y proveería. Piénsalo. ¿Cómo habría dejado todo y andado a donde
Jehová le mostraría? ¿Cómo habría creído
que tendría descendencia sin importar su edad?
¿Cómo podría haber llevado a su hijo para ofrecerlo en sacrificio de
otra manera? No encuentro otra
explicación más que el tener claro que Dios provee. De hecho, el mismo pasaje nos dice que
Abraham pensó que Dios resucitaría de los muertos a su hijo para cumplir con la
promesa de la descendencia a través de Isaac.
Te recomiendo que leas la historia completa pensando en todos los
sentimientos que tuvo Abraham y su hijo al cuestionar dónde estaría el becerro
que sacrificarían.
Por otro lado, me parece que Abraham también entendió que nada nos
pertenece. Nuestra vida, nuestra
familia, nuestra salud, etc. Realmente
no tenemos dominio de nada de ellas. La
misma biblia nos dice que somos administradores de aquello que nos da Dios pero
nos encanta pensar que somos los dueños.
Casi siempre que tenemos una prueba espiritual, todo se reduce a
nuestras ganas de aferrarnos a lo que le pertenece al Señor. Piénsalo.
El ejemplo de Abraham, que es lo que nos corresponde hacer hoy en día,
es muy claro: todo le pertenece a Dios incluyendo mi único hijo. ¡Qué testimonio! No, no es exagerado ni inalcanzable. Abraham era humano como tú y yo así que no
debemos sentirnos distintos a él. ¡Al contrario! Debemos aspirar a ser como él.
Definitivamente no es fácil leer esta historia. Penetra muy profundo y toca áreas de nuestra
vida que no queremos entregar. Seamos honestos,
a quién le gustaría escuchar lo que Abraham escuchó de Dios. ¡A nadie!
Sin embargo Abraham tomó a su hijo y obedeció. Hoy, es padre de una gran descendencia que es
imposible de contar. Él no estaba
pensando que estaría su nombre escrito para que miles de años pudiéramos leer
sobre él. No. Él simplemente sabía que tenía que obedecer y
lo hizo. ¡Hagamos lo mismo hoy!
Oración
Señor: heme aquí. Toma mi vida y
dime por dónde quieres que vaya. Te pido
pueda desprenderme de todo y comprender que realmente todo te pertenece. Ayúdame a cambiar mi entendimiento y poder
vivir agradecido reconociendo que Tú eres quien da y quita conforme a tu
voluntad. Ayúdame a vivir como Abraham y
caminar siempre con esa fe tan increíble.
Te lo pido en el nombre de Jesús.
Amén
4 comentarios:
Muchas gracias ha sido de mucha bendición para mi vida,está muy bien explicado.Dios le bendiga
.
Gracias por la bendiciones que recibo de está enseñanza.♥️💪 Es la primera vez que me conecto por acá.
Gracias por los comentarios y bienvenidos!
En la página principal en la versión desktop pueden ver todos los devocionales que he escrito por día, mes y año además de por palabras clave como pruebas, amor, angustia, muerte, etc.
Saludos y bendiciones.
Muy buena reflexión,muchas gracias por compartirlo, me ayudó mucho.
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