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6 jun 2016

Salmos 27:2-3 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.

Siempre trato de motivar a la gente a que cuestione su fe.  Leíste bien.  Cuestiona tu fe.  ¿Por qué haces o no haces algo?  Lo que yo promuevo es que te acerques al Dios de la Biblia y le conozcas para tener comunión con Él.  Yo no escribo acerca de un dios que yo modelo a lo que me parece debiera ser ni lo que otros me han contado.  Escribo sobre el Dios que leo en la Biblia.  Escucho sobre otros pensamientos y creencias y al regresar a la palabra de Dios, confirmo que estoy en la dirección correcta.  Te animo a que cuestiones lo que crees y busques los principios sólidos que solamente podrás encontrar en el mensaje que nos dejó Dios en la biblia.  Ahora, así como te animo a que cuestiones tus creencias y acciones, hay momentos en los que debes aprender a mantenerte firme.  Aprender a no ceder.  Aprender a ser fuerte y no dejar que las circunstancias te hagan tambalear.  Pero esto no llega si con anterioridad no te has convencido que estás en el lugar correcto entregando tu vida a Jehová.  ¿Entiendes hacia dónde voy?  El pasaje de hoy nos dice que habían muchas personas que se estaban juntando en contra de David.  Personas que buscaban asesinarle y hacerle daño en cualquier oportunidad.  Mientras tanto, cuál es el pensamiento de David: no temeré y estaré confiado.  ¿Sabes?  Tiene un propósito específico el que el oro sea fundido a temperaturas extremadamente altas: quitar cualquier impureza.  Tú y yo tenemos que atravesar situaciones difíciles para que salgan a la luz todas las impurezas que tenemos y las podamos desechar.  Tal vez has estado arrastrando problemas con pornografía o infidelidad y no has querido que “salgan a la luz” mientras que el Señor te ha estado orillando una y otra vez para que entregues tu vida y tus pecados.  Cualquiera que sea tu situación de urgencia, de desesperación y angustia, debes saber que puedes acudir al Señor, a Jehová, al Rey de reyes y descansar en Él.  La pregunta o justificación inmediata es: ¿Cómo estar confiado, cómo descansar si hay injusticias e imposibles en mi vida?  ¿Cómo estar en paz cuando todo está en mi contra?  Los demás hacen lo indebido y se aprovechan de mí.  ¿Cómo mantenerme firme en un mundo que no busca las cosas de Dios?  La respuesta es simple y la encuentras en el versículo de hoy: ellos tropezaron y cayeron.  Pareciera que la gente puede hacer y deshacer y no pasa nada.  Pareciera que seguir al Señor pudiera resultar contraproducente pues los demás se conducen de otra manera y tienen mejores resultados.  ¿Ya te identificaste?  Los demás hacen lo incorrecto y tú cuestionas si debes mantenerte haciendo la voluntad de Dios.  Por eso empecé escribiendo acerca de la importancia que es cuestionar el por qué crees en Dios para después poder mantenerte firme en Él cuando todo pareciera estar en tu contra.  ¿Lo entiendes?  Medita en esto por un momento.  Primero tienes que estar convencido de tu fe en Él.  Después podrás vencer cualquier obstáculo que se ponga frente a ti pues estarás confiado en Él.  Podrás avanzar con la mirada al cielo sabiendo que no debes preocuparte por las amenazas en la tierra sino por hacer tesoros en el cielo.  Avanzarás haciendo lo agradable a Dios pues, aunque pareciera ser mejor actuar como los demás, sabes que ellos caerán y tropezarán.  Has una pausa.  Trata de entender todo lo que Dios está mostrándote hoy.  Piensa en lo que está pasando en tu vida.  Piensa en cómo te afecta lo que los demás hacen.  Piensa en tu fe y qué tan sólida es.  ¿Confías en Dios?  ¿Tu confianza es mayor que tu temor?

Oración

Padre: gracias.  Gracias por recordarme que tu camino es perfecto y tu mano me protege en cada paso que doy.  No permitas que me aparte de Ti ni que las circunstancias me hagan dudar de tu perfecta voluntad.  Así tenga situaciones extremas, quiero permanecer en Ti y buscar tu voluntad por encima de la mía.  Estoy convencido que me amas y siempre buscas bendecirme y por ello quiero vivir para Ti.  En Cristo Jesús te lo pido.  Amén. 

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