Si alguien hace algo que simplemente
hace que pierda toda tu confianza, lo natural es que tu relación con esa
persona se vea interrumpida, se separen y no sigan como antes. Es normal y de cierta manera es
supervivencia. El mismo Pablo tuvo problemas
con Bernabé y terminaron tomando caminos distintos. Es por esta razón de naturaleza que David
siente la necesidad de clamar a Dios y pedirle que no le rechace en su
enojo. De cierta manera le está diciendo
que, entiende que ha cometido pecados pero no quiere apartarse de Él. David, como humano, sabe cómo somos y cómo
reaccionamos cuando alguien rompe con nuestra confianza pero Dios no es como
nosotros. Él no tiene las mismas
actitudes y en su sabiduría nos dice constantemente que somos sus hijos para
poder entender su gran amor. Normalmente
un padre jamás dejará de amar a su hijo sin importar lo que haga. Un hijo podrá cometer error tras error pero
el padre siempre estará con los brazos abiertos para recibirlo de vuelta. Ahora, escribí normalmente con toda intención
porque el versículo 10 nos da un punto a tratar: a veces los padres terrenales
pudieran abandonar a sus hijos. Triste pero
cierto. Entonces, ¿qué nos queda? Dios. Tenemos
que entender con esto que, a pesar de que nosotros reaccionamos mal e incluso
nuestros seres queridos más cercanos puedan abandonarnos o hacernos daño,
nuestro Dios, Jehová, siempre nos amará y recibirá con los brazos
abiertos. No permitas que Satanás te
engañe. Sí, Dios odia el pecado. Sí, Dios no está nada contento cuando pecamos
y desobedecemos. Pero la verdad no
termina ahí y eso es lo que Satanás quiere que pienses. Dios está listo para perdonarte y
recibirte. Recuerda que otro nombre de
Satanás es el Acusador. Buscará hacerte
sentir que no mereces nada y que no vales nada.
Quiere aplastarte. Quiere destrozarte. Hoy revisé un dato sumamente devastador. En el año 2014, 42,773 personas se quitaron
la vida solamente en Estados Unidos. Equivale
a casi 5 personas por hora. En lo que
llevo escribiendo y preparando este devocional 5 personas se han quitado la
vida. Perdieron toda esperanza. Perdieron contra el Acusador. Esto no puede ni debe continuar sin que
tengamos conocimiento y tomemos cartas en el asunto. Debemos estar atentos pero, sobre todo, con
los brazos abiertos para que la gente pueda venir a nuestros brazos y desbordar
su carga. Así como Dios nos recibe con
brazos abiertos, así también tenemos que llevar esos brazos llenos de amor y
perdón para cada uno de los que nos rodea.
En esta vida vamos a cometer
errores. Lo importante no es pararse y
seguir adelante como la cultura nos hace pensar. Lo importante es arrepentirse y pedir a Dios
que nos perdone y transforme para no volverle a fallar. Lo importante es entender que nuestro Dios no
nos abandona como los hombres lo hace cuando cometemos un error. Lo importante es vivir convencidos que él nos
recibe con brazos abiertos y que no hay pecado que no pueda ser limpiado por la
sangre de Cristo.
Oración
Padre: gracias por tu amor y por
recibirme con los brazos abiertos. Perdona
mis pecados y no permitas que Satanás me confunda haciéndome pensar que me
abandonarás por mis pecados. Padre, no
quiero volver atrás ni apartarme de Ti. Gracias
por rescatarme. Te pido me llenes de tu
paz, de tu amor y tu consuelo y que pueda ser un río que lleva todas esas
bendiciones a los que me rodean. Te lo
pido en Cristo Jesús. Amén
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