Cuando todo parece salir mal. Cuando solamente ves un problema tras otro y,
como se dice coloquialmente, te “esta lloviendo sobre mojado”, venir a este
Salmo resulta verdaderamente gratificante.
Es como un respiro cuando parecía que nos quedaríamos sin aliento. Ese respiro que se disfruta más que los otros
miles anteriores por la alegría de saber que pudimos respirar una vez más. Siempre he tratado de predicar un evangelio
puro y no cambiar absolutamente nada. En
él, encontramos que vendrán muchas pruebas a nuestra vida. El mismo Cristo nos pide que tomemos su cruz
y le sigamos. Nos advierte que podrán
venir divisiones entre nuestros seres queridos.
Nos advierte sobre aquellos que nos señalarán. En el pasaje de hace unos días veíamos cómo
hay personas que serán asesinos, corruptos y buscarán lo malo. Todo este tipo de gente estará en tu
contra. Y lo peor es que no termina
ahí. La biblia también nos dice que
tendremos batallas espirituales. Momentos
donde no habrá realmente una razón que puedas comprender pero sentirás que todo
está en tu contra. Todo esto nos lo
advierte la biblia. ¿Lo bueno? Así como nos advierte de lo malo, siempre
pone una salida a la mano y el Salmo de hoy es una de ellas: si Jehová es quien
ilumina tu camino, ¿qué puedes temer? Si
Jehová es tu Salvador, ¿de quién puedes temer?
Ahí está Él infundiendo aliento a tu vida. No son buenos deseos, buenas intenciones ni
pensamiento positivo con “ley de atracción”.
Es el mismo Creador de todo lo que ves y no ves quién te dice que te
ama, te cuida y quiere derramar su paz sobre ti. Entiendo que a veces las circunstancias nos
abruman y son demasiado difíciles de tolerar o siquiera de entender cómo seguir
adelante. Pero es precisamente en
momentos así cuando debes acudir a estas palabras de esperanza. ¡No hay nada por encima de Jehová! ¡No hay circunstancia por encima de su
poder! ¡No hay persona que no esté
sujeta a su autoridad! Sí, pareciera que
estás indefenso. Pareciera que no hay
oportunidad. Todos esos pensamientos son
tu naturaleza caída que no sabe vivir por medio de la fe. Es tu pecado que interrumpe la comunión con
Dios y te hace olvidar que Dios fue quien dividió el mar en dos para que su
pueblo pasara por ahí cuando no había otro camino. Es nuestra necedad la que nos hace olvidar
cómo Jehová rescató a Daniel del horno de fuego y el foso de los leones. Esa misma naturaleza caída es la que hizo que
Pedro comenzara a hundirse mientras caminaba sobre el agua. ¿Te das cuenta de lo que estoy diciendo? ¿Puedes ver la profundidad de lo que Dios nos
dice?
Hoy debes saber que vendrán
problemas a tu vida o incluso puede ser que ya estés totalmente metido en
ellos. No temas. No desmayes.
No te desesperes y pierdas la esperanza.
Lee el pasaje nuevamente. Date cuenta
si realmente crees en lo que dice la biblia y la llevas por acción a tu día a
día. Las herramientas están
disponibles. Ahora te corresponde creer
estas palabras y vivir confiado en que son reales.
Oración
Padre: gracias. Gracias por derramar tu amor sobre mí y
preocuparte porque venga a tus pies. Heme
aquí Señor. Quiero servirte y darte
gloria en todo lo que haga. Perdona mis
pecados y no permitas que me aparte de Ti y comience a dudar. Confío en Ti y no quiero temer de nada ni
nadie. Gracias Padre en el nombre de
Jesús. Amén.
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