Él nos amó. Envió a Jesús para reconciliarnos con Él. ¿Qué hacemos nosotros? Honestamente tengo que estarme recordando constantemente lo que Jesús hizo por mí pues me doy cuenta que es muy fácil olvidarlo y comenzar a hacer mi vida. Es increíble poder leer versículos como éste y recordar lo que Dios ha hecho por mí y por ti. No solamente me buscó a pesar de mis errores, sino que envió a su Hijo para que fuera sacrificado en propiciación de mis pecados. Son mis pecados y Jesús tuvo que pagar por ellos. Tal vez si eres padre, puedas comprender mejor el amor de Dios hacia nosotros al ver a tus hijos y pensar en todo lo que haces y harías por ellos con tal de protegerlos y guiarlos por un buen camino.
Lo que hizo Dios es algo grande. Tan grande que dividió el tiempo en antes y después de su venida. Pero lo importante es entender que su venida y su sacrificio estuvieron basados en amor. El amor consiste en que Dios nos amó primero. No consiste en sentir “mariposas” en tu estómago. No son una serie de impulsos. El amor consiste en que Dios envió a su Hijo Jesús para perdón de nuestros pecados. ¿Qué quiere decir? Que el amor no es para uno mismo sino para entregarlo. Dios no guardó a su unigénito para Él sino que lo ofreció al mundo. Lo entregó en amor. Dejó algo suyo. A su hijo. No tomó en cuenta el ser Dios y se hizo hombre para morir por nosotros. No hay palabra que pueda describir mejor lo que Jesús y Dios hicieron sino amor. Por las calles escuchamos que el amor acaba. Que el amor es fugaz. Canciones que hablan de amor y desamor. Historias y novelas que buscan encontrar el amor. Si tan solo buscaran en la biblia, encontrarían que: Dios es amor (1ª Jn 4:8). Dios es la esencia misma del amor. No hay amor sin Él, no hay amor fuera de Él. Por eso el “amor” se acaba. Por eso hay tanto “desamor” en el mundo. Porque no está fundado en Él. Porque no está basado en la raíz de donde proviene el amor. Queremos tomar la idea de amor y moldearla a lo que nosotros consideramos que debe ser. Pensamos que el amor es encontrar al “príncipe azul” con el que siempre has soñado. El amor no es una persona o un acto. El amor es Dios. Mientras más lo conoces más puedes amar.
El acercamiento a Dios viene con el arrepentimiento, con el reconocimiento de tus faltas, con la aceptación de tu necesidad por Cristo y todo esto gracias al camino que Él preparó primero con Jesús. Nosotros no amamos a Dios ni lo buscamos primero. Él se encargó de buscarnos, de amarnos y de enseñarnos que quiere ser nuestro Padre. Si realmente quieres entender el amor, conoce a Dios.
Oración
Padre: quiero conocerte y entender lo que es el amor. Hoy entiendo que mi idea del amor no es la correcta. Quiero conocer Tu amor. Te pido perdón por mis pecados y te doy gracias por haberme amado y buscado. Ayúdame a vivir amando y entregándome por los demás, a vivir siendo testimonio de que sigo a Jesús. En Cristo Jesús te lo pido.
Amén
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