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7 mar 2012

Hechos 19:32-34


Había confusión en la asamblea.  Cada uno gritaba una cosa distinta, y la mayoría ni siquiera sabía para qué se habían reunido.  Los judíos empujaron a un tal Alejandro hacia adelante y algunos de entre la multitud lo sacaron para que tomara la palabra.  Él agitó la mano para pedir silencio y presentar su defensa ante el pueblo.  Pero cuando se dieron cuenta que era judío, todos se pusieron a gritar al unísono como por dos horas: ¡Grande es Artemisa de los efesios!


Todos necesitamos dirección.  Necesitamos que nos guíen.  Necesitamos que nos digan por dónde ir y por dónde no ir.  Algunos deciden obedecer a los medios de publicidad y hacen todo lo que supuestamente deben hacer según el lugar en el que nacieron y el nivel económico que tienen.  Muchos otros tratan de tomar sus propias decisiones y no les importa ser los que van en contra de lo que los medios anuncian.  De hecho, sin saberlo o aceptarlo,  hay medios de publicidad que se enfocan en decirles a éstos cómo comportarse y qué hacer.  Si lo piensas, estamos extremadamente influenciados por lo que debemos hacer y pensar.  Medítalo.  ¿Por qué quieres esto o aquello?  Todo esto lo digo por una sola razón: Cristo.  Nosotros debemos aprender a seguir a Jesús.  Dejar que Él sea quien nos guíe.  Dejar que Él sea quien establezca nuestro modelo a seguir y la forma de comportarnos.  No un comercial de televisión.  No una telenovela.  No una publicidad en la calle.  ¿Cuántas mujeres tienen problemas de alimentación por querer ser como el modelo que les han impuesto?  ¿Cuántos matrimonios han fracasado porque el hombre no sabe cómo ser esposo pues el modelo que tiene es el de poder engañar a su mujer pues eso lo hace más hombre?  Medita en esto.  Los problemas que tenemos como individuos y por consecuencia como sociedad son causados por nuestras decisiones.  Nosotros decidimos qué hacer y cómo hacerlo.  Por esta razón estoy haciendo tanto énfasis en lo que actualmente tenemos frente a nosotros como modelos a seguir.  Tenemos mujeres que son extremadamente admiradas que se divorcian a los tres meses de haberse casado.  Uno de los mejores jugadores de golf destruye su familia porque se descubre que tiene otra mujer y ha tenido más.  ¿Estos son nuestros ejemplos a seguir?
En el pasaje de hoy vemos a una turba gritando sin saber ni por qué estaba ahí.  Solamente estaban siguiendo lo que veían en los demás.  Gente que necesitaba dirección y decidió seguir las actitudes de un líder y se puso a gritar sin entender lo que estaba haciendo.  ¡Así está el mundo hoy!  ¡La gente hace cosas sin entender por qué las hace pero ahí está!  Esto no está bien.  La multitud gritaba y creaba alboroto siguiendo a los menos que sí sabían por qué estaban ahí.  Hoy quiero llevarte a meditar en lo que estás haciendo y dónde estás parado.  ¿En dónde estás?  Tal vez estás frente a la espada y la pared y piensas que no tiene sentido seguir viviendo.  Tal vez has cometido grandes delitos, has engañado a tu pareja, has mentido, has robado, tienes problemas de adicción a la pornografía o a alguna droga como el alcohol.  ¿Dónde estás?  ¿No estás gritando y alborotando en un lugar que no sabes cuál es y ni cómo llegaste a él?  
Jesús es el mejor ejemplo a seguir.  No aparece en la lista de los más ricos del mundo pero a él le pertenece todo lo que vemos.  No se promueve su figura ni lo que hizo.  Al contrario, se minimiza diciendo que fue un gran hombre como si pudiera haber otro “gran hombre” como Él.  Pero ¿Sabes?  Él es Dios.  Él te ama.  Él te cuida.  Él tiene un propósito para tu vida.  Él es creador del universo y dueño de todo.  Él da y quita.  Él mueve los mares y decide la dirección de los vientos.  Él vino a morir por ti y por mí.  Él vino para ofrecernos reconciliación y comunión con el Dios Todopoderoso.  Él vino y vivió una vida extraordinaria dejando un ejemplo de cómo vivir en santidad.  ¡Esto es un verdadero ejemplo!  Cuando seguimos sus pasos, no nos encontramos de repente en una asamblea gritando sin saber qué decimos ni lo que hacemos en ese lugar.  No nos encontramos perdidos sin saber qué dirección tomar.  Cuando le seguimos, sabemos que pertenecemos a Él y que caminamos tras sus pasos camino a casa.  Hoy te animo a que Jesús sea tu ejemplo de cada día.  Te animo a que dejes atrás todo lo que te ha llevado a donde estás hoy y optes por un nuevo camino lleno de luz, amor, gracia, perdón, misericordia y bendiciones.  Date cuenta que esto no lo has conseguido y cuánto lo necesitas.  Pide perdón y acepta a Cristo en tu vida...
Oración
Señor: Tú estás en los cielos y eres grande.  Alabado seas.  Quiero pedirte perdón por mis pecados.  Perdón por darte la espalda y pensar que hay mejores ejemplos que Jesús a los cuales he seguido y solamente han traído destrucción a mi vida.  Hoy quiero cambiar.  Hoy entiendo que hay esperanza en Ti y que tú me das dirección.  Te pido que me saques de donde estoy.  Te entrego mi vida.  Te entrego mi corazón.  No puedo más.  Quiero aceptar a Jesús como mi Señor y mi Salvador y en su nombre hago esta oración.  Amén 

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