Querido hermano, no imites lo malo sino lo
bueno. El que hace lo bueno es de Dios;
el que hace lo malo no ha visto a Dios.
La biblia nos dice en repetidas ocasiones
que nuestras acciones hablan de quiénes somos.
Por sus frutos los conoceréis. Hay
un programa/documental que trata de la vida de personas que pesan más de 600
libras (280 kilos) y son sometidas a una operación para bajar de peso. Es realmente impresionante ver estas
vidas. Pero lo que quiero enfocarme es
en que algunos de ellos, después de haber pasado esa operación, siguen comiendo
más de lo que deben. No solo eso, cuando
llegan a su consulta, le dan pretextos al doctor de que han intentando y están
siguiendo la dieta que les pusieron.
¿Sabes qué contesta el doctor?
Los números no mienten. Para este
momento ya deberías haber bajado tantos kilos.
Así de sencillo. Uno puede decir
que pasó esto, que pasó el otro pero al final, los números no mienten. De la misma manera pasa con nuestra vida
espiritual. ¡Nuestras acciones no
mienten! Podrás tener muchas ganas de
cambiar. Muchos deseos de hacer las
cosas diferente, pero al final, tus acciones hablan más que tus mil
palabras. Juan nos habla claramente: no
imites lo malo; el que hace lo bueno es de Dios, el que hace lo malo no conoce
a Dios. A Dios no podemos darle
pretextos ni tratar de justificarnos.
Cuando hacemos lo bueno somos de Dios y demuestra que pertenecemos a
Él. Cuando alguien hace lo opuesto a la
voluntad de Dios y permanece en ese camino, habla de que no pertenece al
Señor. No hay un punto medio donde pueda
tratar de ser de Dios y al mismo tiempo no lo sea. O soy de Él o no soy de Él. ¡Este es su mensaje! Tristemente, ahora se promueve un evangelio
incorrecto. Uno que por cierto es más
popular pero totalmente fuera de lo que Dios dice. ¿Qué evangelio? El evangelio donde todos pertenecen a
Dios. Donde todos van a un tipo de cielo
que cada quien inventa o si les gusta el de la biblia toman ese. Un evangelio donde cada quien debe tratar de
hacer su mejor esfuerzo y con eso será suficiente para ser una “buena” persona
y listo. Seguramente ya lo has
escuchado. Es cien por ciento anti
bíblico. Pone la decisión en nosotros
cuando Dios es quien ha decidido todo.
No puedes seguir con pretextos. Analiza tu vida. ¿Cuánto tiempo tienes diciendo que vas a
cambiar? ¿Cuánto más va a pasar antes de
que hagas algo? Tal vez debes entender y
reconocer que no has entregado realmente tu vida al Señor. Es posible que no pertenezcas a Él. Tus frutos hablan de quién eres y a quién
perteneces. Ponlos a los pies del Señor
y abre tus ojos. Dios nos ama en
sobremanera. Sin embargo, Él ha puesto
los parámetros a seguir y no nosotros. Él
nos dice claramente que hay dos opciones: ser de Él o no ser de Él. Nosotros podemos engañarnos y engañar a los
demás, pero a Él no lo engañamos. Imitemos
lo bueno. Imitemos lo que nuestros
hermanos en la fe están haciendo para dar gloria a Jehová. Demos la espalda a todo lo que este mundo
hace que va en contra de la voluntad de Dios.
Dejemos de andar de un lado a otro y permanezcamos en el camino del
Señor.
Oración
Padre: te agradezco el amor que tienes por
mí que simplemente no merezco. Te agradezco
tus bondades y sobre todo, tu palabra que me ayuda a seguir adelante. Te pido perdón por mis pecados. Yo quiero pertenecer a Ti. Yo quiero servirte y obedecerte. No quiero que pase más tiempo sin entregar mi
vida a Ti. Gracias por el sacrificio de
Jesús. Gracias por tu misericordia. Toma mi vida.
En Cristo Jesús. Amén.
5 comentarios:
Linda reflexión 😍😍
Gracias por tu comentario!
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buenas noches, he estado leyendo su estudio y la verdad es una sola como ud. dice o somos de Dios o no lo somos, y sólo podemos permanecer en Él, si realmente nos aferramos a Cristo, sin Cristo, nada más que hacer, que Dios lo bendiga enormemente y lo siga usando para Gloria suya. excelente reflexión.
Excelente,
Solo hay un camino
Dios le bendiga
Muchas gracias por sus comentarios y no duden compartir estos devocionales.
Bendiciones.
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