Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo
que no se ve.
La versión reina Valera dice: la fe es la certeza de lo que se espera,
la convicción de lo que no se ve. Otra
versión dice: tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera;
es estar convencidos de la realidad de las cosas que no vemos. Esto es lo que la biblia describe como
fe. Mucha gente tiene su propio concepto
de fe y dicen: yo tengo fe. Sin embargo,
eso no quiere decir que están en línea con lo que dice la biblia.
En los siguientes días vamos a estudiar los ejemplos de personajes de
la biblia que vivieron y actuaron por fe.
Hoy quiero enfocarme cien por ciento a comprender lo que la biblia
describe como fe. ¿Sabes? Hay personas que creen en Dios. Cristianos que dicen: tengo fe. Sin embargo, cuando la prueba sigue o las
cosas no son como querían, todo se derrumba.
No estoy juzgando ni criticando.
Es una realidad. ¿El
problema? La gente piensa que tener fe
es algo sencillo. ¡No lo es! Fe es de lo más difícil que podemos
desarrollar y al mismo tiempo el elemento esencial para crecer
espiritualmente. Recuerdo hace tiempo
que iba manejando de noche de regreso a casa.
Había mucha neblina. Tanta que a
penas podía ver el piso. Tenía la ayuda
del navegador para decirme cuánto faltaba para mi salida porque ni siquiera los
letreros se veían bien. De cierta manera
tenía que tener fe en lo que decía el navegador pues yo no veía absolutamente
nada. Aunque anunciara que habría pronto
una salida que debía tomar, yo solamente veía una neblina sumamente densa. La fe no se da una vez que vemos esa
“salida”. La fe no se da una vez que los
problemas se han ido y las enfermedades han sido curadas. Al contrario.
La fe llega antes de que se de cualquier resolución. Antes de que veamos cualquier indicio de luz
en medio de la oscuridad. La verdadera
fe aparece cuando no tenemos ni la menor idea de cómo vamos a salir adelante o
de lo que pudiera pasar pero estamos convencidos que Dios está al cuidado de
nosotros y que sus planes son mejores que los nuestros. No vemos a Dios. No conocemos sus planes. Sin embargo, sabemos perfectamente que Él
está ahí. Tu naturaleza carnal buscará
convencerte de lo ilógico que suena esa fe y tratará de llevarte a tomar otras
decisiones. No te desanimes. No caigas.
Mantén tu mirada en las cosas de Dios.
Graba en tu memoria este versículo y recuerda constantemente que no necesitas
ver para creer. La fe es espiritual y
controla lo carnal. La fe no la entiende
todo el mundo y por ello sirve como un extraordinario ejemplo de tu comunión
con Dios. Medita en el concepto que
tienes de lo que significa tener fe. Lee
el versículo y memorízalo. Cada vez que
la “neblina” llegue a tu vida, recuerda estas palabras. No te apresures a buscar una salida. No te desesperes por encontrar la luz. No tomes decisiones equivocadas por necedad o
inseguridad. Ten fe y espera pacientemente. Leíste bien.
Ten fe y espera gozoso pues Dios te ama, tiene sus ojos puestos en ti y
no te dejará un instante.
Oración
Padre: definitivamente mi fe no es lo que me gustaría que fuera. Yo
quiero tener fe como lo describe tu palabra.
Te pido que desarrolles mi fe. Te
pido que no caiga cuando todo parezca estar de cabeza. Te pido que grabes estas palabras en mi mente
y en mi corazón para que siempre pueda acudir a ellas y confiar en Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
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