Para los santos que están
en la tierra, y para los íntegros es toda mi complacencia. Se multiplicarán los dolores de aquellos que
sirven diligentes a otro dios. No
ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.
No es nuevo que haya
personas en contra de Jehová. Todos los
acontecimientos recientes y tendencias culturales que van en contra del Señor
han existido siempre. Tristemente no
hemos mejorado como sociedad acercándonos más a Él sino al contrario, le damos
la espalda constantemente desde los primeros tiempos. Como seguidores de Cristo diariamente nos
enfrentamos a tomar decisiones para Él o para nosotros. El pasaje de hoy nos explica claramente la
diferencia entre una y otra. Están los
santos y los íntegros en los que el Señor se complace, mientras que a los otros
se multiplicarán sus dolores. David
decide no participar en lo que hacen los demás.
¿Qué involucra esto? Ir en contra
de la corriente. Mantener sus principios
firmes. Recibir críticas y burlas. Sentir que todo está en su contra.
Hoy en día tenemos que
tener esto muy claro. Nada sorprende a
Dios. Nada es nuevo para Él. Sin embargo, nosotros sí nos sorprendemos y
siempre habrá algo nuevo. Está en ti
decidir por Cristo o darle la espalda participando de lo que este mundo hace. David no quiso ser partícipe de las
libaciones o rituales que se realizaban.
Hoy en día, debemos pensar en cada una de nuestras acciones y actitudes
que puedan ser ofensivas a Dios y dejar de realizarlas. También debes pensar en qué tipo de eventos
acudes y participas. ¿Son agradables a
Dios? No pienses que este pasaje no es
para ti. No pienses que estas palabras
le quedan a otra persona. Dios quiere
que medites en tu vida. Medita en las
personas que están a tu alrededor.
Medita en aquello que influencia tu día a día. No desmayes en mantenerte santo. No te desanimes en mantenerte íntegro. La recompensa la tenemos en Cristo y no en
las cosas de este mundo.
Oración
Padre: en Ti confío. En Ti descanso. En Ti tengo esperanza. No quiero darte la espalda ni dejar que este
mundo me arrastre y aparte de Ti. Guíame
y reina en mi vida. Perdona mis pecados
y límpiame para poder estar en comunión contigo. En Cristo Jesús. Amén
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