¿Cuál es tu concepto de
felicidad? ¿El estado en el que no hay
problemas? Piénsalo. es mucho más profundo de lo que te
imaginas. ¿Qué significa estar
feliz? ¿Qué significa estar pleno? ¿Tener dinero para comprar lo que necesitamos
y no tener que preocuparnos? Mateo 6:19
dice que no nos hagamos tesoros en la tierra donde la tierra y el orín
corrompen y donde los ladrones hurtan. ¿Cómo
estar pleno teniendo la incertidumbre que en cualquier momento alguien me roba
y quita mis bienes? Cuando Dios habla de
tener esperanza, a qué se refiere. ¿Cómo
puede uno tener esperanza en el Señor?
¿Por qué dice también que debemos tener valor y ánimo? En otras ocasiones ya he explicado que
estamos compuestos por dos partes: la carne y el espíritu. Nuestra carne nos dice cómo reaccionar de
manera impulsiva y por instinto. Es pasional
y no se detiene a pensar. De cierta
manera es muy primitiva. Sin embargo,
nos ayuda a sobrevivir y por ello nos volvemos tan dependientes de ella. Por el contrario, el espíritu se comporta
diferente. Nos da la perspectiva
correcta que es de eternidad y no de satisfacción inmediata. Nos ayuda a tomar mejores decisiones
entendiendo las consecuencias de las mismas por encima del placer que puedan
producir. De cierta manera, las
caricaturas que ponen un diablito y un angelito volando arriba del personaje
cuando intenta tomar una decisión podríamos relacionarlas con nuestra carne y
espíritu. Entonces, cuando nuestra carne
escucha: ten esperanza en el Señor, ten valor y cobra ánimo, tenemos que
entender que no recibe el mismo mensaje que el Espíritu. Cada uno habla idiomas distintos. La carne busca supervivencia y placer
inmediato. Solo se vive una vez. El espíritu, por el contrario, sabe que es
eterno y busca las cosas de Dios. Por lo
tanto, tenemos que tener presente en todo momento estos principios. Así, cuando el tiempo llega y nos encontramos
en una situación complicada, podemos distinguir entre la esperanza, el valor y
el ánimo que nuestra carne busca versus el espíritu. Nuestra carne va a ir en contra de nuestro
espíritu. Nuestra carne no entiende por
qué no reaccionamos. No entiende por qué
no dejamos que nuestra ira se desborde. Nuestra
carne no entiende por qué no hacemos lo que está dentro de nuestro corazón con
tantos deseos de salir. ¿Lo estás
entendiendo? Mientras que el espíritu se
llena de gozo cuando dejamos que Él tome control.
Empecé preguntando sobre tu concepto
de felicidad y plenitud. Ahora puedes
entender que hay dos tipos de felicidad y plenitud. La carnal y la espiritual. Una nunca se llena mientras que la otra
siempre puede acudir a la fuente principal.
¿Quieres tener esperanza? Acude donde
está la verdadera fuente: en Jehová.
¿Quieres tener valor y ánimo? Descansa
en Aquél que creó todo lo que ves y no ves, Aquél que venció al mundo, Aquél
que venció a la muerte. Aquél que tiene
control sobre los mares y los vientos. Tu
carne no va a entender estas palabras. De
hecho las va a rechazar y tu reacción puede ser pensar que esto no es para
ti. Esa es tu carne hablando. Esa misma carne te destruye ni busca tu
bienestar sino la satisfacción inmediata.
Piénsalo.
Oración
Padre: gracias por enseñarme sobre
mi carne y lo engañoso que resulta seguirla.
Ahora entiendo el por qué de tantos errores que cometí. Te doy gracias por alcanzarme y mostrarme un
camino distinto. Te pido seas tú mi guía
en todo momento y acuda siempre a Ti para llenarme de esperanza, valor y
ánimo. Te lo pido en el nombre de
Jesucristo. Amén
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