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28 jul 2016

Salmos 28:7 El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón en Él confía, de Él recibo ayuda. Mi corazón salta de alegría y con cánticos le daré gracias.

Solamente existen dos tipos de estado: atravesando pruebas y pruebas atravesadas.  No es un misterio ni estoy hablando de encontrar el hilo negro.  Piénsalo.  La vida es una especie de montaña rusa donde por momentos todo parece estable pero en realidad lo que viene adelante será complicado.  Esto debe hacernos meditar sobre dónde ponemos nuestra esperanza.  Si confiamos en el Señor, y dejamos que Él sea nuestra fuerza y nuestro escudo, entonces no debe llenarnos de temor sino de esperanza y gozo.  Por el contrario, si seguimos pensando que nosotros podemos salir adelante por nuestros propios recursos, entonces sí, la incertidumbre debe ponerte a temblar.  Puedes estar pensando que estoy siendo simplista y optimista pero te voy a explicar por qué no es cierto.  Científicamente se ha tratado de explicar el origen del ser humano y del universo.  ¿Sabes a qué conclusión llegan?  A que forzosamente debe haber existido un Acto (como le llama Aristóteles), que pudiera originar todo lo que hoy conocemos.  Es decir, la teoría del Big Bang reside en que tuvo que haber una partícula que originara todo.  En la biblia, claramente sabemos quién es esa “partícula”.  Se llama Jehová.  Él existió antes de todo y lo creó todo.  Mientras la gente piensa que la ciencia niega la existencia de Dios, la realidad es todo lo contrario, la confirma.  Por esta razón, podemos estar convencidos que la palabra de Dios, que encontramos en la biblia, no solo es real sino viva y eficaz para dirigir nuestros pasos diariamente.  Al leerla, no estamos confiando en los pensamientos de algunas personas que fueron brillantes y nos dejaron sus diarios para aprender de sus errores.  Tampoco estamos leyendo un libro de historia o una novela.  Al leerla, estamos escuchando a Dios mismo hablarnos a través de ella.  Te voy a dar otro ejemplo: estudios recientes, sin relación a lo espiritual, muestran que, cuando una pareja lucha por su matrimonio, cinco años después se encuentra más feliz, mejor económicamente y más saludable en comparación con aquellas que decidieron separarse.  ¿Qué dice la biblia?  Que el Señor aborrece el divorcio.  Que no nos separemos de nuestras parejas.  Pero somos soberbios y pensamos que sabemos más que Dios y necesitamos que la “ciencia” confirme lo que hacemos.  Pues bien, el día de hoy, te invito a que pongas a prueba todos tus conocimientos y métodos para salir adelante.  Medita sobre dónde estás parado y dónde te han llevado tus decisiones.  ¿Eres feliz?  ¿Tienes esperanza?  ¿Te sientes protegido?  ¿Tienes gozo?  La respuesta es simple: sí o no.  Todos aquellos que hemos puesto nuestra vida a los pies del Señor podemos, como dice el versículo, cantar y darle gracias a Dios por cómo nos guarda, nos ama y nos llena de esperanza mientras que las circunstancias son abrumadoras.  Por el contrario, cuando uno no tiene a Jehová en su vida, simplemente no tiene a qué aferrarse y se hunde dentro de su propio orgullo.  La meditación de hoy busca llevarnos a reconocer la veracidad de la biblia, a reconocer la existencia de Dios y a entregar nuestra vida a Él, como David lo hizo para poder decir: Jehová es mi fuerza, mi escudo y mi ayuda.

Oración

Padre: Tú eres mi todo.  Hoy veo cuántos errores he cometido y a dónde me han llevado y no quiero seguir así.  Toma mi vida Señor.  Te pido perdones mis pecados y traigas luz a mi oscuridad.  Trae esperanza a mi desesperación y paz a mi caminar.  Confío en Ti y te pido seas mi escudo, mi fuerza y mi ayuda.  En Cristo Jesús.  Amén.

3 comentarios:

Unknown dijo...

AMÉN. Por siempre mi Amado y eterno Dios Todopoderoso.

Unknown dijo...

Hermoso

Un Tiempo con Dios dijo...

Gracias por sus comentarios y gloria a Dios que nos guía siempre.