Elimas o Barjesús trataba de mantener al procónsul siempre cerca de él. No quería que nadie más influenciara en sus decisiones y por ello cuando pide ver a Bernabé y a Pablo, se resiste con todos los recursos posibles. La Biblia nos dice que Elimas resistía a Pablo y Bernabé. Los mantenía alejados. No dejaba que se acercaran e incluso es probable que haya hablado mal de ellos. Tenemos que encontrar a los Elimas-Barjesús de nuestras vidas. Debemos reconocer a aquellos que nos apartan de Dios. Aquellos que no buscan que nuestra comunión con el Señor crezca o se fortalezca. Pon mucha atención. No siempre encontrarás a este tipo de personas vestidas de rojo, con cuernos y un trinche. ¡Será mucho más sutil! Será una invitación a algo que te gusta el mismo día que tienes un estudio de biblia. Será cualquier detalle, grande o pequeño que desvíe tu atención del Señor. ¡Esos son los Elimas de tu vida! ¿Estoy exagerando? No lo creo. Estoy convencido que la descripción de Satanás es correcta al decir que está como león rugiente buscando a quien devorar y nosotros estamos en su mira. Ten cuidado. Date cuenta con quién convives. Se honesto y reconoce si aquellos con quienes te rodeas influyen positiva o negativamente.
Por otro lado, quiero resaltar la fuerza y crudeza de las palabras de Pablo. Lleno de todo engaño y maldad, hijo del diablo y enemigo de toda justicia. Al pecado llámale pecado. No le pongamos apodos ni minimicemos sus consecuencias. Hoy en día no puedo imaginarme diciéndole a alguien estas palabras sin pensar que estoy loco o que soy poco tolerante y sin empatía. La sociedad nos ha limitado. Ahora es difícil hablar la verdad de Dios. Todo lo relacionado con el amor de Cristo es bien recibido, pero hablemos de su justicia y aberración al pecado y ya no podemos seguir. Pablo expuso lo que había en el corazón de este hombre. Lo confrontó directamente. No lo juzgó conforme a sus parámetros sino con los del Señor. Pablo le llamó la atención por ser un estorbo para la obra de Dios. Mantengamos los ojos bien abiertos, en especial dentro de la congregación, para evitar que haya personas que estén llenas de engaño, maldad y enemigas de la verdad. Debemos ser cuidadosos, analíticos y sabios. No permitamos que nos agarren desprevenidos. Estemos alerta y no caigamos envueltos con este tipo de personas. Mantengámonos firmes en la palabra de Dios y bajo el techo de su amor y misericordia.
Oración
Dios Padre: hoy entiendo que debo ser más sabio con las personas que me rodean. Entiendo que pueden estorbar mi comunión contigo en lugar de crecerla. Yo te pido que me des sabiduría y fe para poder hacer los cambios necesarios. En Cristo Jesús. Amén
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