Dice el necio en su
corazón: no hay Dios. Se han corrompido,
hacen las obras abominables; no hay quien haga el bien.
Necio se define como: que insiste en los propios errores o se
aferra a ideas o posturas equivocadas.
¿Sabes? El mundo a veces me hace
pensar que yo soy el necio. Que yo estoy
equivocado y que exagero con tratar de exigirme el buscar vivir como
Cristo. Tanta gente allá afuera haciendo
y deshaciendo me confunde. Gente
celebrando la destrucción del matrimonio como lo estableció Dios. Gente protestando para que millones de niños
mueran antes de poder salir del vientre de su madre. Injusticias.
Desigualdad. Corrupción. Políticos mintiendo para ganar votos. En fin, un mundo donde pareciera que Dios
está escondido y no le interesa hacerse presente. Todo esto me hace dudar. Sí.
Leíste bien. ¿Y si Dios no
existe? ¿Y si simplemente morimos y se
acabó? ¿Y si sería mejor vivir “al
máximo” porque no hay otra vida? Tal vez
tú te has cuestionado lo mismo. Si no,
deberías hacerlo. Son pasajes como el de
hoy que me reafirman mi fe. Primero
porque me recuerda que tenemos una naturaleza caída y nada bueno puede salir de
nosotros. Segundo porque me abre los
ojos a lo que este mundo tiene: gente necia, corrompida y que hace lo
abominable. Satanás quiere confundirte y
hacerte pensar que lo que vemos es lo normal y está “bien”. Dios es muy claro y no es mutable. Su palabra permanece fiel y verdadera a pesar
del distanciamiento que existe entre el mundo y Él. Hay mucha gente necia en este mundo. Gente que niega a Dios o lo inventa a como le
plazca. Gente que hace lo que siente y
quiere y luego justifica sus hechos diciendo que todos estamos bien. ¿Sabes?
Es muy importante que entiendas que el mundo busca lo que la naturaleza
caída busca. Los que hemos creído y
entregado nuestra vida al Señor, debemos buscar las cosas de Dios. No importa que parezcan “mayoría”. La biblia es muy clara: debemos ser luz en un
mundo de tinieblas. Mantengámonos firmes
en el Señor. En amor. Sin ceder a sus principios porque el mundo
nos presiona. El necio, siempre será
necio. No caigamos en el mismo error.
Oración
Señor: Gracias por traer
ánimo a mi vida y recordarme que Tú reinas y no hay nada ni nadie por encima de
Ti. Gracias por enseñarme que debo
permanecer en Ti y no preocuparme por lo que este mundo haga y promueva. Gracias por recordarme que debo ser luz en
medio de las tinieblas. Te pido que mi
vida sea de testimonio y bendición para los demás. En Cristo Jesús. Amén.
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