Ahora bien, ni siquiera Tito, que me acompañaba, fue obligado a circuncidarse, aunque era griego. El problema era que algunos falsos hermanos se habían infiltrado entre nosotros para coartar la libertad que tenemos en Cristo Jesús a fin de esclavizarnos. Ni por un momento accedimos a someternos a ellos, pues queríamos que se preservara entre ustedes la integridad del evangelio.
¿Por qué resulta relevante la circuncisión de Tito? ¿Por qué nos dice sobre los falsos hermanos tratando de intervenir en su libertad? Porque hoy en día atravesamos situaciones similares. Cada vez que como seguidores de Jesús queremos seguir utilizando nuestra antigua forma de actuar, estamos siendo como aquellos judíos que consideraban necesario circuncidarse para tener comunión con Dios haciendo a un lado el sacrificio de Cristo. Piensa en esto: la biblia nos dice en 1Corintios que nuestro cuerpo le pertenece a Dios. Que es su templo. Que el Espíritu Santo vive en nosotros y nos da entendimiento de las cosas del Señor. ¿Cómo es posible que queramos “ayudarle” a Dios y sigamos tomando decisiones conforme a nuestra costumbre en lugar de conforme a Su voluntad? ¡No se puede! Debes de entender que vivir separado de Cristo significa vivir en esclavitud al pecado. ¡Esta es la libertad que Pablo no quiere perder! En ese tiempo, habían personas que se infiltraban en la iglesia (como hoy en día también) que se hacían llamar hermanos, pero no tenían a Cristo como su fin. Este tipo de personas poco a poco comienzan a introducir distintos pensamientos y acciones que van en desacuerdo con el evangelio y los creyentes comienzan a dudar y cuestionar sobre los principios que han aprendido. Lo que veo en la actualidad es que este tipo de personas están buscando minimizar la totalidad de Dios y exaltan las características que les parecen atractivas mientras descartan las que son difíciles de aceptar. El amor de Dios se vuelve el centro de atención mientras que su repudio al pecado y la existencia de Satanás junto con un infierno son omitidos. ¿Puedes darte cuenta? Necesitamos abrir los ojos. Debemos ser cuidadosos con nuestras congregaciones. Debemos ser celosos de la palabra de Dios y no admirar a las personas sino a Cristo para no desviarnos de su camino. Consulta la biblia constantemente. No creas nada más por creer. Confirma que sea realmente la palabra del Señor.
Cuando los israelitas fueron rescatados de la esclavitud de Egipto, salieron alegres y gozosos. Cuando se encontraron con la prueba del desierto, comenzaron a maldecir, a quejarse y a pedir a Moisés que regresaran. ¡Qué rápido se les olvidó lo increíble que es la libertad! ¡Qué fácil pensar que antes estaban mejor! No te dejes engañar. ¿Realmente estabas mejor antes? ¡Por supuesto que no! Antes eras un esclavo de tus deseos y pasiones. Hoy eres libre en Cristo. Hoy tu vida tiene sentido. Tiene un propósito. Hoy tienes una razón para vivir con gozo sin importar las circunstancias. No caigas en el mismo error que los israelitas al ser rescatados de Egipto. Abre tus ojos y date cuenta de dónde te ha rescatado el Señor. Se honesto contigo mismo y piensa dónde estarías hoy de no ser por Su gracia. Ahora deja de querer seguir actuando como antes y entrégate al Señor. Obedece al cien por ciento. Síguelo al cien por ciento. Déjate de ocultar con pretextos y decide seguirlo y adorarlo sin restricción. Al final, tú serás el más beneficiado junto con aquellos que te rodean.
Oración
Padre: hoy entiendo que necesito obedecerte al cien por ciento. Así quiero vivir. No quiero darte pedazos de mi vida. No quiero seguirte por lapsos para luego separarme. Hoy quiero entregarte mi vida entera. Te entrego mis preocupaciones, mis dudas, mis temores así como todos mis pensamientos y mi voluntad. Guíame. Utilízame. No quiero seguir intentando “ayudarte” sino quiero vivir confiado en que tienes cuidado perfecto de mí. Gracias Señor, en el nombre de Jesús. Amén
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