Ante todo, deben
saber que en los últimos días vendrá gente burlona que, siguiendo sus malos
deseos, se mofará: ¿qué hubo de esa promesa de su venida? Nuestros padres murieron y nada ha cambiado
desde el principio de la creación. Pero
intencionalmente olvidan que desde tiempos antiguos, por la palabra de Dios,
existía el cielo y también la tierra, que surgió del agua y mediante el
agua. Por la palabra el agua y el mundo
de aquel entonces pereció inundado. Y
ahora, por esa misma palabra, el cielo y la tierra están guardados para el
fuego, reservados para el día de juicio y de la destrucción de los impíos.
Definitivamente
hay momentos en los que parece que “no pasa nada”. La realidad es distinta. Todo está en constante movimiento. Y no me refiero a nada científico o
matemático. Me refiero a que Dios está
acomodando cada pequeño detalle de lo que pasa aunque nosotros no podamos
verlo. El día de ayer escuché el
testimonio de un comediante y su encuentro con el Señor. Decía que tuvo mucha dificultad para aprender
a leer. Para tratar de ocultar ese
problema, mientras leía, trataba de pensar en qué palabra sería y qué quería
decir el autor. Es decir, inventaba
distintos escenarios mientras trataba de descifrar lo que leía. Varios años después, se da cuenta que eso que
hacía, lo llenó de fortaleza para ser comediante y tener tantos pensamientos
espontáneos. Lo que quiere decir es que,
a pesar de que hoy no vemos o entendemos lo que sucede, no significa que Dios
no está trabajando. Él no se ha ido ni
olvidado de Ti. Él sigue ahí. A tu lado.
Amándote. Sin embargo, es difícil
caminar cuando no entendemos lo que sucede y comienzan a cuestionar nuestro
andar. Incluso, nosotros mismos
comenzamos a cuestionar a Dios. ¿dónde
estás? ¿qué quieres de mí? ¿por qué permites esto?
Como creyentes e
imitadores de Cristo, debemos estudiar su palabra y meditar en ella. Pasajes como el de hoy nos recuerdan que el
Señor tiene un plan que llevará a cabo al cien por ciento. Aunque parezca que no pasa nada, cada pieza
se está acomodando en el lugar que el Señor reservó. También debemos entender, que no podemos
andar jugando con nuestra comunión con Él.
Vendrá un día en el que seamos llamados y todo termine. Lo creamos o no. Lo entendamos o no. Así como la gente no entendía cómo caería un
diluvio, cómo Sodoma y Gomorra serían destruidas, cómo se abriría el mar en
dos, cómo reviviría Lázaro después de días de estar muerto, así nuestro Señor se
encargará de traer juicio a esta tierra.
Tal vez hay
personas cuestionando tu fe. Tal vez tú
mismo estés cuestionándola. Hoy debes
saber que el Señor cumplirá su palabra tal cual la cumplió con la venida de
Cristo. Él nos dice que traerá juicio a
esta tierra. Nos dice que todos aquellos
que no crean en su Hijo serán llevados a juicio y castigados por sus pecados. No te distraigas. Pon tu mirada en el Señor. No te despegues de su palabra. Ora constantemente y búscale en todo
momento. Así podrás seguir caminando sin
importar lo difícil que esté el camino.
Oración
Padre: es difícil
entender que tienes un plan cuando parece que nada se mueve. Es difícil entender tu voluntad. Hoy te pido que pueda confiar en Ti. Te pido que suba el escalón de la fe y crea
cien por ciento en Ti. Te pido perdón
por mis pecados y reconozco lo que Jesús hizo por mí. Te pido mi vida sea de testimonio para los
demás y pueda llevar tu evangelio para que más personas vengan a tus pies y
dejen el juicio atrás tomando ahora tu misericordia y perdón. En Cristo Jesús. Amén
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