Si Josué les hubiera
dado el reposo, Dios no habría hablado posteriormente de otro día. Por consiguiente, queda todavía un reposo
especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios
descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas. Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo,
para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia.
Dios es mucho más listo
que nosotros. Desde que empezó a
escribir sobre su reposo al séptimo día y la comparación con el reposo de la
tierra prometida, sabía que habría algunos de nosotros comenzando a hablar y
decir que la biblia se refiere a la tierra prometida y el reposo del Señor no
se refiere al cielo. Pero, como es más
inteligente y va muchos pasos más adelante, nos dejó lo que sigue en el versículo
8. Si realmente el reposo al que se está
haciendo referencia fuera solamente haber entrado en la tierra prometida, se
hubiera completado con Josué. Pero
justamente nos dice que no fue así. ¿Por
qué? Porque el reposo al que se refiere
es en la presencia del Señor al morir.
Es el ser perdonados y santificados por la gracia de Aquél que murió por
nosotros. Mientras tanto, siguen
habiendo personas tratando de buscarle peros y errores a la biblia para no
aceptar su condición de pecadores. No
los juzgo. Si no es por gracia de Dios
yo estaría haciendo lo mismo. Pero
nosotros, que hemos sido llamados, no debemos seguir ese camino. Al contrario.
Debemos esforzarnos por dar un testimonio digno de lo que creemos. Por eso dice: esforcémonos pues por entrar en
ese reposo para que nadie caiga al seguir el ejemplo de desobediencia. La gente necesita seguir un ejemplo y ese
ejemplo somos y el ejemplo máximo es Cristo.
Tenemos una gran responsabilidad.
No podemos quedarnos con todas las bendiciones sin compartirlas. No podemos escuchar solamente del evangelio
sin salir a compartirlo. “Es que me da
pena; no soy bueno para hablar; qué van a decir de mí; no quiero ser señalado;”
y así hay muchos pretextos que ponemos.
No sé cuál sea tu pretexto pero seguro hay algo que te está frenando a
dar testimonio de Cristo. ¿Sabes? Tal vez es el mismo Satanás que te acusa
constantemente y te hace sentir no digno de poder hablar del Señor. ¡Increíble estrategia! Pero recuerda que ninguno de nosotros somos
dignos y lo hacemos por misericordia y amor que tuvo el Padre sobre
nosotros. Definitivamente no he hecho
nada para merecer el ser parte de su obra al escribir esto. Lo único que sé, es que hay un deseo en mi
corazón para que tú y los que leen estas palabras, quieran reconciliarse con el
Señor o busquen crecer espiritualmente.
Sé que no soy mejor que cualquier otra persona allá afuera y por ello
vivo agradecido del gran amor que Dios tiene conmigo. ¡Seamos ejemplo! Un ejemplo que se equivocará. Un ejemplo que no siempre hará lo correcto
pero con un corazón que siempre deseará seguir la voluntad del Señor. Pidiendo perdón y buscando no apartarse ni un
instante de nuestro Dios. Aunque no lo
creas, la gente te está viendo y Dios puede hacer grandes cosas a través de tu
vida. Es cuestión que busques su reino
primero que cualquier otra cosa y Él se encargará de lo demás. Seamos ejemplo para que los que están
perdidos vean luz y tengan esperanza de que hay algo más. este mundo necesita luz y solamente podemos
brillar con la luz de Jesús. ¡Brillemos!
Oración
Padre: gracias. Tu amor es incomprensible y maravilloso. Quiero servirte. Quiero obedecerte. Quiero que mi vida brille a Cristo y no caer
en desobediencia. Perdona mis pecados y
no permitas que me separe de Ti en ningún momento. Te pido que pongas el deseo de hablar de Ti
en todo momento y que no haya miedos o penas que me detengan. Gracias mi Señor. En Cristo Jesús. Amén.
2 comentarios:
Gracias por su obediencia al Señor, y por compartirnos el propósito de: creer, obedecer, obrar y confiar en nuestro Padre. Que Él bendiga su vida, ahora, y para siempre. Bendiciones.
Hola y muchas gracias por tu comentario tan alentador. Que Dios te bendiga y no dudes en compartir este blog.
Publicar un comentario