Moisés fue fiel como
siervo en toda la casa de Dios, para dar testimonio de lo que Dios diría en el
futuro. Cristo en cambio, es fiel como
Hijo al frente de la casa de Dios. Y esa
casa somos nosotros, con tal que mantengamos nuestra confianza y la esperanza
que nos enorgullece.
Si llegas a un
restaurante, te recibe un anfitrión (host) y te pregunta cuántas personas
son. Aunque recibe a la gente, no es el
dueño del restaurante. No lo hizo. No lo planeó ni diseñó su
funcionamiento. Así es lo que nos está
diciendo la biblia con respecto a Moisés y Jesús. Moisés participa dentro de la casa mas no es
el que fundó esa casa. Y así también
cada uno de los que aparecen en la biblia.
Son parte mas no creadores. De
hecho, nosotros también estamos dentro de esa lista como parte del cuerpo de
Cristo y Él es quién nos formó como iglesia.
Recuerda que en ese entonces, los judíos tenían dudas sobre el lugar que
ocupaba Jesús. Por esta razón, se
explica claramente que es no solo el creador sino el pastor de toda la
iglesia. De hecho, si recordamos los
evangelios, el mismo Jesús preguntó: ¿quién dice la gente que soy? Y
contestaban que Elías, Jeremías, Juan el bautista o algún otro profeta. Esta confusión era real. De ahí que nuestro Dios nos pusiera en su
palabra la explicación de quién es Jesús y qué función cumple. Hoy en día existe la misma confusión. La gente no sabe quién es Jesús. Han escuchado algunas características pero no
le conocen ni entienden qué funciones desempeña. Por esto es importante que tengas claro quién
es y cómo la biblia explica que es más grande que cualquier otro personaje que
aparezca en la biblia o en la actualidad.
Por otro lado, me
sorprende la misericordia que Dios derrama sobre nosotros. Si lees un poco sobre la vida de Moisés,
encontrarás no solamente que asesinó a una persona sino fue sumamente terco en
entender que Dios se encargaría de absolutamente todo para liberar a su pueblo
de la esclavitud. Sin embargo, Dios tuvo
paciencia y hoy se habla de Moisés como siervo fiel. Esto debe llenarte de emoción al igual que de
agradecimiento. No tienes que ser
“bueno” ni “perfecto” para poder reconciliarte con Dios. Cristo es quien nos limpia y hace sin mancha
para ser presentados ante Jehová y no nuestros actos. Además, esto significa que, aquellos que
trabajamos para Él, no somos los que nos portamos mejor o no hemos hecho nada
malo. ¡Para nada! Simplemente somos aquellos que el Señor tuvo
misericordia y nos permite trabajar para Él sin merecerlo. No dejes que tu culpa frene e interrumpa tu
crecimiento espiritual. Dios vino por ti
tal cual como estás. Con cada una de tus
faltas. Con todos tus defectos y tus
pecados. Cristo murió en la cruz para
limpiarte y permitirte tener comunión con Él.
Ahora, ¿qué vas a hacer con todo esto que se te ofrece? ¿Reconocerlo y vivir agradecido sirviendo a
Aquél que te rescató? o ¿seguir como si nada hubiera pasado? Piénsalo pero toma una decisión pronto.
Oración
Padre: gracias por
tener misericordia de mí. Quiero
servirte y te pido me hagas entender que mis faltas y pecados no son más
grandes que tu amor, gracia y misericordia.
Utiliza mi vida Señor. Así como
Moisés te sirvió quiero yo servir en tu casa.
Te lo pido en el nombre de Jesús.
Amén
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