Tengan cuidado de no rechazar al que habla,
pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la
tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos
amonesta desde el cielo.
¿Cuántas veces oímos a Dios pero no le hacemos
caso? Nuestra conciencia nos dice que
está mal y nos sentimos incómodos. Sin
embargo, seguimos como una mula obstinada.
“No te preocupes Dios, esto lo tengo bajo control”, le
dices. ¿Todo para qué? Para darnos cuenta más tarde que Dios estaba
bien y nosotros no. No eres la única
persona que pasa por esto. Cada uno de
nosotros va luchando contra su propia naturaleza mientras que buscamos que el
espíritu crezca. Es un proceso y debes
entenderlo para tomar mejores decisiones.
Una parte de ti sabe que lo mejor es obedecer y agradar a Dios, la otra
sigue buscando agradarse a sí misma.
Simplemente una opuesta a la otra.
Jehová te ama. Él perdona todos
tus pecados y te recibe con los brazos abiertos sin importar todo lo que hayas
hecho. Deja atrás todo tu orgullo, tus
cargas, tus hipocresías y ven a sus pies y pide perdón. El perdón lo tenemos disponible mientras
vivimos así que no desperdicies el tiempo.
¿Quién puede asegurar vivir unos cuántos segundos más? Dejemos nuestra tonta soberbia a un lado pues
solamente entorpece nuestra comunión con Dios.
No podemos pasar toda una vida excusándonos
en que Dios es amor. Deja de engañarte a
ti mismo. A Dios no puedes
burlarlo. Tampoco podemos pensar que
nunca habrá correcciones a nuestra vida.
Como hemos aprendido en pasajes anteriores de Hebreos, Él nos ama y por
lo mismo traerá disciplina a nuestras vidas.
Por lo tanto, la advertencia de hoy es importante: cuidado de darle la
espalda a las palabras de Dios. Dicho de
otra manera: deja de jugar a la religión o vida espiritual. Es imposible llevar una doble vida. Ni siquiera tú puedes estar tranquilo
haciéndolo. ¿Por qué seguir luchando
contra Dios? ¿Para qué? ¿Qué necesita pasar para entender que Dios
quiere entrega completa y no a medias?
¿Qué tantos errores quieres cometer para dar un giro a tu vida y
realmente comprometerte como sabes que debes hacer? ¿Qué tiene que suceder para dejar de rechazar
al que habla? Cuidado. Dios no te va a soltar y uno puede caer mucho
antes de darse cuenta de lo que está pasando.
Deja que examine tu corazón.
Escúchalo. Abre tus oídos. Abre tu entendimiento. Deja que tome el trono de tu vida y hazte a
un lado. Él sabe dirigir por donde hay
pastos verdes, tú no. Él sabe caminar
por donde hay bendición, tú no. Él sabe
guiar para que haya paz en tu vida, tú no.
Él vino y venció al mundo, tú no.
No tiene sentido seguir luchando.
Preocúpate por lo que Dios piensa de ti y no lo que los demás. Preocúpate de no estar en rebeldía con
Él. Escucha su palabra y guárdala.
Oración
Padre: perdón. Te he dado la espalda. Pensaba que podía llevar algunas cosas a mi
manera pero hoy entiendo que quieres mi vida entera. Hoy entiendo que debo dejarte el trono y
seguir tus instrucciones. Perdóname. Dame la fuerza y la convicción para buscar
agradarte por encima de agradarme, para buscar tu aprobación y no la de los
demás. Te lo pido en el nombre de tu
Hijo Jesús. Amén
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