Vistas de página en total

19 nov 2014

Hebreos 13:1

Sigan amándose unos a otros fraternalmente.



Definitivamente mi concepto de amor el día de hoy no es el mismo de hace 10 o 20 años.  Ha cambiado en dos ámbitos: el carnal y el espiritual.  En el primero, tristemente he presenciado varios divorcios no solo en personas recién casadas sino en todo tipo de matrimonios.  ¿Acaso el amor realmente acaba?  Las canciones hablan de amor y desamor todo el tiempo.  ¿Dónde está ese amor perfecto?  ¿El que se ha divorciado quiere decir que escogió a la pareja incorrecta?  Todas estas interrogantes me llevan a concluir que el amor, tal cual lo conocemos en la carne, es totalmente finito.  Sin embargo, el amor espiritual es todo lo contrario.  La base del amor espiritual no es mi deseo de estar con esa persona “especial”.  La fuente del amor espiritual no se haya en actividades y gustos en común.  El amor infinito y perfecto proviene de Dios quien, en esencia, es la definición misma de amor.  Entonces, cuando leemos un versículo como el de hoy que nos manda a seguir amándonos unos a otros, debemos entender que no se trata de echarle ganas o buscar a aquellos con los que somos compatibles.  No.  El propósito es entender que Dios es quien provee ese amor que necesitamos para seguir amándonos los unos a los otros.  Ojo, no dice que no van a existir problemas en nuestras relaciones.  Tampoco dice que aprendamos a escoger bien con quiénes nos juntamos.  Solamente se nos instruye a seguir en amor para con los demás.  Mientras que allá afuera se nos trata de vender un amor de película, Dios nos enseña el amor verdadero.  Uno que atraviesa problemas y sale más fuerte de como empezó.  Mientras el mundo quiere recomendarnos tener empatía y ser políticamente correctos, Dios nos dice que amemos a nuestro prójimo.  ¿Lo puedes ver?  El Señor nos lleva a un nivel más alto y más perfecto de lo que este mundo nos ofrece.  ¿Cómo va a promover el mundo amor incondicional si al mismo tiempo me dicen que busque satisfacer mis necesidades y luego voy a poder satisfacer las de los que me rodean?  ¡No tiene sentido!  Por esta razón empecé diciendo que mi concepto de amor ha ido tomando forma conforme conozco más del Señor.  Mi entendimiento va creciendo y puedo ver lo equivocados que estamos como sociedad al buscar reemplazar el amor de Dios con otras cosas.  Por eso tenemos sociedades tan descompuestas.  Porque nuestros principios están al revés.  Porque buscamos respuestas en los lugares incorrectos.  Porque ponemos nuestra confianza en la gente en lugar de ponerla en Jehová. 
El verbo que utiliza el autor es: sigan.  No paren.  Continúen.  ¿Por qué escribe ese verbo?  Porque habrá momentos en los que quieras parar.  Habrá personas que no querrás amar sino todo lo contrario.  Habrá situaciones que te harán buscar otro camino.  Sin embargo, Dios te dice: continúa amando a tu prójimo.  Medítalo.  ¿Realmente buscas amar a tu prójimo constantemente?

Oración

Padre: te necesito.  Lléname de tu amor.  Quita los corajes y rencores que hay en mí para que pueda amar a mi prójimo como Tú lo pides.  Permite que tu amor abunde en mí y pueda vivir amando a los que me rodean sin esperar nada a cambio.  Permite que sea un canal de tu amor para que los demás vean lo que haces cuando uno te entrega su vida.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén

No hay comentarios: