Sigan amándose unos a otros fraternalmente.
Definitivamente mi concepto de amor el día
de hoy no es el mismo de hace 10 o 20 años.
Ha cambiado en dos ámbitos: el carnal y el espiritual. En el primero, tristemente he presenciado
varios divorcios no solo en personas recién casadas sino en todo tipo de
matrimonios. ¿Acaso el amor realmente
acaba? Las canciones hablan de amor y
desamor todo el tiempo. ¿Dónde está ese
amor perfecto? ¿El que se ha divorciado
quiere decir que escogió a la pareja incorrecta? Todas estas interrogantes me llevan a
concluir que el amor, tal cual lo conocemos en la carne, es totalmente
finito. Sin embargo, el amor espiritual
es todo lo contrario. La base del amor
espiritual no es mi deseo de estar con esa persona “especial”. La fuente del amor espiritual no se haya en
actividades y gustos en común. El amor
infinito y perfecto proviene de Dios quien, en esencia, es la definición misma
de amor. Entonces, cuando leemos un versículo
como el de hoy que nos manda a seguir amándonos unos a otros, debemos entender
que no se trata de echarle ganas o buscar a aquellos con los que somos
compatibles. No. El propósito es entender que Dios es quien
provee ese amor que necesitamos para seguir amándonos los unos a los
otros. Ojo, no dice que no van a existir
problemas en nuestras relaciones.
Tampoco dice que aprendamos a escoger bien con quiénes nos
juntamos. Solamente se nos instruye a
seguir en amor para con los demás.
Mientras que allá afuera se nos trata de vender un amor de película,
Dios nos enseña el amor verdadero. Uno
que atraviesa problemas y sale más fuerte de como empezó. Mientras el mundo quiere recomendarnos tener
empatía y ser políticamente correctos, Dios nos dice que amemos a nuestro
prójimo. ¿Lo puedes ver? El Señor nos lleva a un nivel más alto y más
perfecto de lo que este mundo nos ofrece.
¿Cómo va a promover el mundo amor incondicional si al mismo tiempo me
dicen que busque satisfacer mis necesidades y luego voy a poder satisfacer las
de los que me rodean? ¡No tiene
sentido! Por esta razón empecé diciendo
que mi concepto de amor ha ido tomando forma conforme conozco más del Señor. Mi entendimiento va creciendo y puedo ver lo
equivocados que estamos como sociedad al buscar reemplazar el amor de Dios con
otras cosas. Por eso tenemos sociedades
tan descompuestas. Porque nuestros
principios están al revés. Porque
buscamos respuestas en los lugares incorrectos.
Porque ponemos nuestra confianza en la gente en lugar de ponerla en
Jehová.
El verbo que utiliza el autor es:
sigan. No paren. Continúen.
¿Por qué escribe ese verbo?
Porque habrá momentos en los que quieras parar. Habrá personas que no querrás amar sino todo
lo contrario. Habrá situaciones que te
harán buscar otro camino. Sin embargo,
Dios te dice: continúa amando a tu prójimo.
Medítalo. ¿Realmente buscas amar
a tu prójimo constantemente?
Oración
Padre: te necesito. Lléname de tu amor. Quita los corajes y rencores que hay en mí
para que pueda amar a mi prójimo como Tú lo pides. Permite que tu amor abunde en mí y pueda
vivir amando a los que me rodean sin esperar nada a cambio. Permite que sea un canal de tu amor para que
los demás vean lo que haces cuando uno te entrega su vida. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén
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