El Dios
que da la paz, levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a
nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno.
Por
simple curiosidad, realicé una búsqueda con la pregunta: ¿cómo puedo tener
paz? Una de las páginas tenía 5
sencillos pasos para lograrlo: llévate al momento presente; ríete de ti mismo;
aprende a fluir; toma responsabilidad de tu felicidad y conéctate con tu
inocencia. En otra página también trata
la paz a través de pasos trabajando en los siguientes temas: preocupaciones;
respiración; pensamientos positivos; ejercicio y movimiento y conciliar el
sueño. El evangelio de Juan dice en el
capítulo 14 verso 27: la paz les dejo, mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el
mundo. ¿Sabes? Por todos lados escuchamos la necesidad de
tener paz. Con los recientes atentados
en París, la paz se ha convertido en un deseo general. Sin embargo, ¿cómo podemos entender la
paz? Claramente Jesús nos está diciendo
que el mundo nos ofrece paz pero Él no la da de igual manera. Quiere decir que hay dos tipos de paz. Una mundana y una espiritual. Una que podemos conseguir con nuestros
recursos o esfuerzos y otra que llega por pura gracia (o deseo de Dios). Lo triste es pensar que la paz de este mundo
es mejor que la paz que ofrece Cristo.
Definitivamente no tienen punto de comparación pero constantemente
caemos en el error de buscar la paz para nuestro cuerpo en lugar de la paz que
proviene de lo alto. ¿Lo puedes
entender? El versículo de hoy nos
recuerda una característica importantísima de nuestro Dios que no quise pasar
por alto: el Dios que da la paz. Cuando
entres en alguna discusión sobre religiones y la paz, ahora sabes que existen
dos tipos de paz, una que conseguimos como humanos utilizando los métodos que
escribí, mientras que la otra proviene de Jehová y no depende de nosotros. Como seguidores de Cristo, debemos madurar y
entender que la paz que Dios nos ofrece es sumamente superior a lo que podemos
conseguir por nosotros mismos. Es una
paz infinita y sin restricción a la circunstancia. Por lo tanto, la siguiente vez que te
encuentres preocupado, recuerda esta enseñanza y busca la paz que proviene de
Dios.
Por otro
lado, la siguiente característica que encontramos de Dios, es que levantó a
Jesús de los muertos. Esto debes
entender que fue real. No es una novela. No son inventos. Dios realmente resucitó a Cristo. ¿Por qué no tenemos más evidencia? Porque hay personas, que siempre negarán a
Dios sin importar que les pongas la verdad frente a ellas. Pero tú que has aceptado a Jesús, no debes
arrastrar esa mala costumbre de dudar sobre el poder y la capacidad de
Dios. Él reina por sobre todas las
cosas. La vida y la muerte. Nunca nadie ha podido disminuir o incrementar
su vida sin la aprobación del Señor. Los
médicos pueden tratar un síntoma pero no pueden alterar el tiempo que una
persona vive. Ten presente esta premisa
de Dios pues es una gran esperanza saber que le tenemos por Padre.
Oración
Señor:
gracias. Te pido me llenes de tu
paz. Te pido que aprenda que tu paz es
única y perfecta. Te pido que abunde tu
paz en mí y la pueda llevar a los demás con mi testimonio. Gracias por haber vencido a la muerte y
resucitado a Jesús cumpliendo con las escrituras. Padre, perdona mis pecados y guíame. En Cristo Jesús. Amén.
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