Saluden
a todos sus dirigentes y a todos los santos.
Los de Italia les mandan saludos.
Que la gracia sea con todos ustedes.
El día
de ayer aprendimos sobre la importancia del compañerismo y amor entre hermanos
mientras que el día de hoy tenemos la palabra que nos guía para poder llevarlo
a cabo: gracia. Proviene del griego jaris y
significa la influencia
divina sobre el corazón y su reflejo en la vida
(concordancia Strong). La realidad es
que por tus propias ganas no vas a amar a tu prójimo ni a tener la mejor
comunión con tus hermanos en Cristo.
Tarde o temprano, tu YO, o el de ellos, saldrá a la luz y surgirán
problemas. Cualquier relación
interpersonal siempre encontrará conflictos.
Es normal. No es ser pesimista
sino realista. Por eso, la biblia nos
enseña cómo podemos realmente amar y convivir con los demás: a través de la
gracia. La gracia que Dios tiene para
con nosotros y la manera en que la canalizamos con los demás. Piénsalo.
Cuando haces consciente lo poco que mereces el amor incondicional de
Dios y experimentas cómo derrama su gracia sobre ti y te llena de bendiciones,
puedes darte cuenta que el siguiente paso, y lo más lógico, es salir y
compartirlo. Sin importar que merezcan o
no tus buenas actitudes. Así como Cristo
sufrió por ti sin siquiera merecerlo, tú y yo, vamos a amar a nuestro prójimo,
a nuestros hermanos en Cristo, a nuestros familiares y a nuestros amigos sin
importar lo que ellos hagan o dejen de hacer.
Todo por la gracia que Dios derrama sobre nosotros. Él inicia todo y no tus buenas
intenciones. Él se encarga de transformar
tu corazón de piedra por uno de carne y no un conjunto de retiros espirituales
y de buenas vibras. Él se encarga de
renovar tu mente y tus pensamientos y no las “leyes de la atracción”. Sin la gracia, los discípulos habrían sido
despedidos al primer día de estar con Jesús.
¡Cuántos errores cometían! Así
los seguimos cometiendo el día de hoy.
Por lo tanto, aprende lo que significa la gracia y cómo actúa en tu
vida. Aprende a llevarla dentro de tu
rutina diaria y permite que la gente pueda verla a través de tus acciones. Recuerda, el mejor testimonio es el de hechos
y no de palabras.
El autor
de hebreos concluye enviando saludos y cerciorándose que la base de su relación
con Dios esté bien fundamentada a través de la gracia. Hay un libro extraordinario de Philip Yancey
llamado “Gracia Divina vs Condena Humana!
En él encontramos un desarrollo interesantísimo sobre lo que la gracia
hace. Tristemente nos cuesta trabajo
entender lo que significa Gracia porque no la vemos por ningún lado. Ni siquiera en las iglesias se practica
constantemente. “Que la gracia sea con
ustedes” no es una frase linda para terminar la carta de hebreos sino un pilar
para la vida diaria. Te animo a que leas
el libro y trates de meditar en lo que realmente significa gracia y cómo Dios la
derrama todos los días sobre ti. Por el
contrario, también piensa en cuánto juzgas a los demás aplastando al mismo
tiempo la oportunidad de extender la gracia que has recibido.
Oración
Señor:
nunca dejo de sorprenderme al estudiar tu palabra. Gracias por mostrarme que mis juicios
interfieren para que tu gracia llegue a más personas. Gracias por enseñarme que tu gracia es la que
me da el alimento necesario para poder amar y servir a mi prójimo. Gracias porque tu gracia abunda para los que
te amamos y nos la das sin restricción.
Te pido pueda convertirme en un instrumento que todos los días promueva
y actúe conforme a tu voluntad llevando como premisa tu gracia en mi vida. Te pido perdones mis pecados en el nombre de
Jesús. Amén.
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