Si se enojan, no pequen; en
la quietud del descanso nocturno examínense el corazón. Ofrezcan sacrificios de justicia y confíen en
el Señor.
Dios sabe que no somos
robots sin sentimientos. La biblia no
nos pide convertirnos en seres que no reaccionan ante nada. El hecho de que nos digan que amemos a
nuestro prójimo incluyendo nuestros enemigos; que si alguien nos lastima la
mejilla derecha, pongamos la izquierda también; si alguien tiene dos túnicas,
de al que no tenga; como dice el pasaje de hoy: si se enojan, no pequen, y así
la lista sigue y sigue, no quiere decir que Dios piense que no tenemos derecho
a enojarnos, tener ambiciones o sentimientos en general. ¡Dios no está en tu contra! No quiere que te estén haciendo daño. No quiere que te lastimen. Sin embargo, lo que sí quiere es que tomes
buenas decisiones y le dejes trabajar en tu vida. Por ello, el pasaje de hoy dice: si se enojan,
no pequen. Ofrece sacrificios de
justicia y confía en Dios. Para aquellos
que hemos recibido a Cristo, es una cuestión de tiempo para que atravesemos
pruebas. Ahora nos corresponde meditar y
examinarnos para dejar de pecar, para dejar de reaccionar de la misma
manera. No puedes ser igual que antes de
conocer al Señor. Ahora tus ojos han
sido abiertos y el sacrificio de Cristo te ha librado de la esclavitud al
pecado. No tenemos pretextos. Aunque nuestra carne pida reaccionar de una
manera, debemos seguir al espíritu.
Debemos recordar estos versículos y no pecar. Sin importar que “tengamos la razón”. Sin importar que sea una injusticia. No debemos pecar. ¿Cómo se logra esto? La respuesta está en el versículo 5: ofrezcan
sacrificios de justicia y confíen en el Señor.
Los sacrificios de justicia son aquellos que realizamos cuando
aprendemos a morir a nosotros mismos, a nuestra carne y dejamos que Dios tome
el control. Por eso se nos exhorta
diciendo: y confíen en Dios. Sacrificas
tu ego. Sacrificas tu orgullo. Sacrificas tu yo. reaccionas de una manera nueva. Agradable a Dios porque buscas no pecar en tu
enojo, coraje, o cualquier otro sentimiento que te lleve a pecar. Primero buscas calmarte y dejas que Dios
examine tu corazón. Después mueres a ti
y dejas que Jehová reine. Por último, y
la mejor parte, confías en Aquél que creó al mundo, venció al mundo y te ama
incondicionalmente. ¿Qué vas a
decidir? ¿En quién vas a confiar? ¿Quién va a dominar en tus decisiones? ¿Tu carne?
¿Tu espíritu? Insisto, solamente
entendiendo que es a través de un sacrificio que podrás transformar tu vida al
comenzar a decidir por el espíritu.
Oración
Señor: he tomado mis
decisiones y no han tenido buenos resultados.
Algunos tuvieron satisfacción temporal pero después se acabó. Hoy entiendo que debo aprender a morir a mi
mismo para que Tú crezcas y reines en mi vida.
Así quiero que sea. Así te pido
que hagas conmigo. Vengo a tus pies para
pedirte que no siga como antes y que pongas discernimiento en mi mente y en mi
corazón para no continuar pecando. Gracias
Señor por abrir un camino de bendición y lleno de esperanza donde no había
nada. Gracias por amarme y mandar a
Jesús. Gracias por tu misericordia. Gracias en Cristo Jesús. Amén
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