Bajo el peso de su poder,
sus víctimas caen por tierra. Se dice a
sí mismo: Dios se ha olvidado. Se cubre el rostro. Nunca ve nada.
Cuando uno es niño y
desobedece a sus padres, hay un castigo inmediato. ¿Lo recuerdas? Cuando uno va a la escuela y no obedecía
alguna instrucción, había un castigo inmediato y tangible. Sin embargo, en lo espiritual no es
igual. Si uno miente no necesariamente
fallece al terminar de mentir como castigo de lo que hizo. Como hemos aprendido en los últimos días en
el Salmo capítulo 10, hay gente mala allá afuera que no parecen estar
recibiendo un castigo por esa maldad. Pareciera
incluso que pensar como el ejemplo del versículo de hoy tiene sentido. Tal vez Dios se ha olvidado. Tal vez no ve nada. Tal vez no existe. Tal vez me conviene hacer mi voluntad pues
volteo a mi alrededor y no pasa nada.
¿Ya te identificaste? Al estar
acostumbrados a recibir un castigo físico e inmediato en nuestra vida carnal,
confundimos el crecimiento y comportamiento espiritual. Recuerda que Pablo dice: puedo hacer todo lo
que quiera pero no todo conviene ni edifica (1Corintios 10:23). Uno puede desobedecer al Señor y no por eso
va a ser castigado al día siguiente de la manera en la que estamos
acostumbrados. Entonces, debemos ser
sabios y entender que esta manera de pensar es la que utilizan aquellos que no
obedecen al Señor y que por el contrario buscan siempre su voluntad. El que piensa que debe portarse bien para no
ser castigado no ha entendido lo que es ser hijo de Dios y está basando su
comunión con Él de manera carnal. Dios
no se ha olvidado. Dios no se cubre el
rostro. Dios lo ve todo. ¿Cómo son sus castigos? No lo sé exactamente. Lo que sí sé, es que la biblia nos dice que
Él nos disciplina y por lo tanto significa que de alguna manera nos dará una
corrección en la tierra. Además está el
castigo a aquellos que no aceptaron a su Hijo Jesús y estarán privados del
cielo.
Hoy quiero animarte a no
caer en el mismo pensamiento del pasaje de este día. No pienses que Dios no ve o no le importa lo
que haces. No pienses que va a pasar por
alto las maldades que se hacen en la tierra.
Él nos ama y por eso mismo quiere corregirnos. Hebreos 12:6 dice: porque el Señor al que ama disciplina y azota a todo aquel que recibe
por hijo. Proverbios 15:32 dice: el que tiene en poco la disciplina,
menosprecia su alma. Busca obedecer
al Señor. No porque vendrá un castigo
sino porque sus caminos son mejores que los tuyos. Porque Él te ama y quiere lo mejor para
ti.
Oración
Padre: cuánta sabiduría hay
en tu palabra. Te agradezco el que pueda
estudiarla y aprender de ella para guiar mi vida conforme a tu voluntad. Te pido pongas humildad en mi corazón para
que pueda entender lo que acabo de aprender y lo ponga en práctica buscando
obedecerte en todo lo que haga sin pensar en lo que los demás hacen. Señor, me pongo a tus pies y te pido me
muestres tu voluntad. En Cristo
Jesús. Amén.
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