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15 jun 2015

Salmos 11:1

En el Señor hallo refugio.  ¿Cómo pues, se atreven a decirme: huye al monte, como las aves?



David no estaba pasando un momento donde todo era fácil y fluía sin ningún problema.  Su vida estaba de cabeza y no había nada a la vista que pudiera ayudarle a tener una esperanza.  Por esta razón, la gente cercana a él, gente que se preocupaba por él y buscaban lo mejor le recomiendan escapar.  Huye al monte David.  Mira a tu alrededor y date cuenta que no tienes nada que hacer aquí.  ¡Huye!  La verdad es que no es un mal consejo.  Dadas las consecuencias, lo más adecuado sería huir.  Sin embargo, esta es una gran enseñanza para nuestra vida tanto en lo espiritual como en lo carnal.  Mientras nuestros seres queridos pueden darnos buenos consejos con buenas intenciones, debemos poner nuestra confianza en la palabra de Dios.  Tu mente, tus pensamientos, todo tu ser puede estar queriendo ir en un sentido mientras que tu espíritu, tu inteligencia espiritual, te encamina por otro lado.  ¿A cuál vas a seguir?  David, en su sabiduría y entrega, fácilmente discierne entre lo que es obedecer a sus instintos y su carne en general versus confiar en el Señor y dejar que Él reine.  Por esa razón dice: ¿cómo se atreven a pedirme que huya?  Él lo ve claramente.  No duda un instante que no debe huir sino confiar en el Señor y dejar que Él muestre el camino.  Así también tenemos que ser nosotros.  No actúes inmediatamente.  Pon tus deseos a los pies del Señor y compáralos con su palabra.  ¿Realmente se agrada el Señor de lo que piensas hacer?  ¿Estás queriendo justificar tus acciones?  Aunque parezca difícil, la realidad es que, cuando buscamos la voluntad del Señor por encima de la nuestra, la decisión es muy clara.  Lo difícil es dejar que Su voluntad esté primero que la nuestra.  Seamos honestos.  No es fácil entregar tu vida, tus decisiones, tus sentimientos, tu todo.  Sin embargo, David, junto con muchos otros ejemplos de la biblia, nos ayudan a entender que es lo mejor que podemos hacer.  Cada vez que uno decide a favor del Espíritu, hay bendición.  No lo dudes.  Tu vida será bendecida al momento en que dejas que, en cada área de tu vida, Dios reine.  Tal vez no lo veas claramente.  Tal vez los consejos que te han dado sean bien intencionados pero en contra de la voluntad de Dios.  Piensa por un momento en dónde estás parado y hacia dónde quieres ir.  ¿Es la dirección que Dios ha trazado o que tú has trazado?

Oración

Padre: vengo a pedirte perdón por mis pecados.  A pedirte que me des la fuerza para entregarte mi vida y poder confiar plenamente en Ti así como lo hizo David sin importar sus circunstancias.  Te pido abras mis ojos y dobles mi orgullo para poder darme cuenta de cuánto estorbo tu trabajo en mí.  Gracias por tu palabra y la oportunidad de aprender de ella y corregir mi camino.  En el nombre de Cristo Jesús.  Amén

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