Cuando los fundamentos son
destruidos ¿qué le queda al justo? El
Señor está en su santo templo, en los cielos tiene el Señor su trono, y
atentamente observa al ser humano; con sus propios ojos lo examina.
El capítulo 11 empieza
diciendo que no debemos temer ni huir ante las adversidades pues Jehová es
nuestro Dios en quien tenemos refugio.
Después se nos advierte de aquellos que están listos para hacernos daño. Y ahora se nos cuestiona qué pasa cuando los
fundamentos son destruidos. ¿Qué
pasa? David está haciendo referencia a
lo establecido en la ley como principio de una sociedad pero de igual manera se
puede hacer la misma pregunta hoy en día.
¿Qué pasa cuando tenemos una sociedad que ha abandonado a Dios? ¿Qué pasa cuando a la gente no le interesa
tener principios? ¿Qué pasa cuando la
maldad parece estar por encima de la bondad.
En términos más prácticos, ¿qué pasa cuando atraviesas injusticias? La respuesta es: nada. No pasa nada.
Si lees el versículo 4 dice que el Señor sigue en su trono y nos observa
atentamente. Para nosotros, la situación
que atravesamos puede estar fuera de nuestro control. Para Dios no.
Puede ser injusto que te lastimen.
Puede parecer que todo está de cabeza.
Sin embargo, Jehová está en su trono y nos examina. El hecho de que no reaccione como nos
gustaría, no quiere decir que nos ha abandonado. A veces pareciera que Dios nos ha
abandonado. Basta leer un poco las
noticias y darse cuenta de la maldad del ser humano. Guerras.
Homicidios. Fraudes. Engaños.
Mentiras. Odios. Rencores.
Hoy quiero pedirte que
examines tu vida a los ojos del Señor.
No busques pretextos o excusas. Simplemente
abre tu corazón. Abre todo tu ser y deja
que Dios te muestre todo aquello que estorba en tu comunión con Él. No dejes que el caos de este mundo te haga
pensar que debes actuar en contra de Su voluntad. Tal vez tienes que perdonar sin que lo
merezcan. Tal vez tienes que amar al que
te ha lastimado. Lo que sea que estás
viviendo y que sacude tu mundo, ponlo a los ojos del Señor y recuerda que Él no
te ha abandonado sino sigue al control pleno de todo lo que sucede.
Oración
Señor: es difícil no
entender por qué suceden las cosas. Es difícil
entender que permitas injusticias en este mundo y en mi vida. Yo me rindo ante Ti sabiendo que Tú eres Rey
y no hay nada ni nadie por encima de Ti.
Te entrego mi vida. Te entrego mi
todo. Quiero caminar conforme a tu
voluntad y recibir tu paz, tu gozo y tu amor inagotable. No permitas que las circunstancias
interrumpan mi comunión contigo. Te lo
pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
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