Han cerrado su insensible
corazón y profieren insolencias con su boca.
Vigilan de cerca mis pasos prestos para derribarme. Parecen leones ávidos de presa, leones que
yacen al acecho.
Algo que he notado como un
común denominador es que a la gente que hace algo “mal” no le gusta estar con
alguien que no hace lo mismo. Tal vez su
conciencia los hace sentirse incómodos y por ello prefieren “ver” que todos los
que están a su alrededor, se comportan de la misma manera. Por ejemplo, una persona que engaña a su
pareja, lo hace en un lugar escondido.
No lo hace alrededor de sus amigos y familiares. Cuando existe violencia en la familia, rara
vez es en público. También están
aquellos que les gusta tener “seguidores” y buscan que los demás, constantemente
hagan lo mismo. Lo que quiero expresar
es el tipo de gente al que hace referencia David en este salmo y sus
características. Personas que han dado
la espalda al Señor y buscan acabar con aquellos que se comportan distinto. Entre ellos se juntan. Entre ellos se animan y justifican. Entre ellos señalan y critican a los que
queremos obedecer y servir a Jehová. No
te sientas mal de no “encajar” en la sociedad.
¡Es normal! Aquellos que
recibimos al Señor somos ahora embajadores y no ciudadanos de este mundo. ¡Una enorme diferencia! No podemos participar de la misma cultura ni
costumbres pues debemos regirnos conforme a la voluntad del Padre y no la de la
carne. Debes saber que hay gente allá afuera
que busca hacerte daño. Hay gente allá
afuera que le molesta ver que tu vida es distinta y puedes vencer el pecado al
que ellos están atados. Tienen su
corazón insensible y buscan hacerte quedar mal para que puedan justificarse
diciendo: comete los mismos errores que nosotros, no hay diferencia entre lo
que él/ella hace con lo que nosotros.
¿Entiendes? David era perseguido
porque hacía sentir incómodo a Saúl. No
tomes a la ligera este pasaje. Como
leones al acecho está Satanás y la gente que no conoce a Dios. Buscando un solo instante que tengas de
vulnerabilidad para atacarte y decir: somos iguales, estamos justificados. No desmayes.
No te desanimes si las cosas están de cabeza y sientes la presión
intensamente. Permanece en Él. Ve a su palabra con mayor frecuencia. Pide consejo y consuelo a los hermanos en la
fe. Ora sin cesar. La biblia nos ha advertido que allá afuera
habrá batalla pero Él ya la ha ganado.
Oración
Padre: gracias por
recordarme que has vencido al mundo.
Gracias por traer paz en momentos de incertidumbre. Gracias por permitirme venir a Ti y poder
entregarte mis cargas. Te pido Señor que
no me desanime y sea siempre luz y sal en este mundo. No permitas que los ataques, críticas y
juicios apaguen mi amor y deseo de obedecerte.
No quiero apartarme de Ti ni un instante. En el nombre de Jesús. Amén
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