¡Vamos Señor, enfréntate a
ellos! ¡Derrótalos! ¡Con tu espada rescátame de los
malvados! ¡Con tu mano Señor, sálvame de
estos mortales que no tienen más herencia que esta vida! Con tus tesoros les has llenado el vientre,
sus hijos han tenido abundancia, y hasta ha sobrado para sus descendientes.
La cultura nos enseña que
aquél que se porta bien, recibe, mientras que el que se porta mal se le
quita. Si uno comete un delito, se le
quita la libertad. Si uno trabaja, se le
entrega un sueldo. Parece que este
método funciona en general pero a veces nos encontramos con personas que
reciben siendo su comportamiento totalmente malo. Esto debe llevarnos a concluir que Dios es
quien realmente gobierna por sobre todas las cosas y no nosotros como sociedad
o individuos. El pasaje nos dice que el
Señor da a los que le aman y también a los que no. ¿Por qué?
No lo sé. Podría especular pero
prefiero aceptar que su sabiduría y misericordia son muy superiores a mi
entendimiento. Ahora, esto debe servirte
para enfocarte en tiempos de injusticia.
Cuando las cosas estén en tu contra y veas cómo lo injusto parece estar
por encima de lo justo. No debes
confundirte. Dios es quien da y
quita. Sin importar quién sea
quién. Él decide. Lo que es importante que tengamos en mente es
la dirección en la que nos encaminamos.
Esto quiere decir que, si hoy estás atravesando una prueba donde hay
injusticias, donde las cosas no están bien y te sientes impotente, donde te
gustaría gritar como David gritó: ¡enfréntate Señor a ellos y rescátame! Debes hacer una pausa y recordar que Jehová
está al control. Él, en su omnipotencia
ha decidido dar y quitar. Puede parecernos
que no tiene sentido o que está mal pero debemos recordar que no somos más
listos que Dios como para cuestionar sus planes y acciones.
Hoy la biblia nos enseña
que habrá personas apartadas de Dios que no solo tendrán bienestar económico
sino abundancia que llega hasta sus descendientes. Que no te distraiga de lo que realmente
importa que es la vida eterna y tu comunión con Él. El pasaje también nos recuerda que aquellos
que no tienen a Jehová, no tienen más herencia que esta vida. En conclusión, no dejes que las
circunstancias te confundan y hagan dudar de tu relación con Dios. Incluso aquello que no entiendes y te parece
que está mal, Jehová tiene el control. Deja
de preocuparte y dedícate a orar y a pasar tiempo en la palabra de Dios para
dejar que Él te muestre sus planes y tú estés en paz.
Oración
Señor: gracias. Tu palabra es sabia y yo puedo estudiarla y
aprender de ella para guiar mi camino. Perdona
mis pecados mi Dios. No permitas que me
aparte de Ti por las circunstancias y ayúdame a dejar de cuestionar tus planes
y comenzar a confiar plenamente en Ti. Te
lo pido en Cristo Jesús. Amén
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