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8 sept 2015

Salmos 17:13-14

¡Vamos Señor, enfréntate a ellos!  ¡Derrótalos!  ¡Con tu espada rescátame de los malvados!  ¡Con tu mano Señor, sálvame de estos mortales que no tienen más herencia que esta vida!  Con tus tesoros les has llenado el vientre, sus hijos han tenido abundancia, y hasta ha sobrado para sus descendientes.



La cultura nos enseña que aquél que se porta bien, recibe, mientras que el que se porta mal se le quita.  Si uno comete un delito, se le quita la libertad.  Si uno trabaja, se le entrega un sueldo.  Parece que este método funciona en general pero a veces nos encontramos con personas que reciben siendo su comportamiento totalmente malo.  Esto debe llevarnos a concluir que Dios es quien realmente gobierna por sobre todas las cosas y no nosotros como sociedad o individuos.  El pasaje nos dice que el Señor da a los que le aman y también a los que no.  ¿Por qué?  No lo sé.  Podría especular pero prefiero aceptar que su sabiduría y misericordia son muy superiores a mi entendimiento.  Ahora, esto debe servirte para enfocarte en tiempos de injusticia.  Cuando las cosas estén en tu contra y veas cómo lo injusto parece estar por encima de lo justo.  No debes confundirte.  Dios es quien da y quita.  Sin importar quién sea quién.  Él decide.  Lo que es importante que tengamos en mente es la dirección en la que nos encaminamos.  Esto quiere decir que, si hoy estás atravesando una prueba donde hay injusticias, donde las cosas no están bien y te sientes impotente, donde te gustaría gritar como David gritó: ¡enfréntate Señor a ellos y rescátame!  Debes hacer una pausa y recordar que Jehová está al control.  Él, en su omnipotencia ha decidido dar y quitar.  Puede parecernos que no tiene sentido o que está mal pero debemos recordar que no somos más listos que Dios como para cuestionar sus planes y acciones.
Hoy la biblia nos enseña que habrá personas apartadas de Dios que no solo tendrán bienestar económico sino abundancia que llega hasta sus descendientes.  Que no te distraiga de lo que realmente importa que es la vida eterna y tu comunión con Él.  El pasaje también nos recuerda que aquellos que no tienen a Jehová, no tienen más herencia que esta vida.  En conclusión, no dejes que las circunstancias te confundan y hagan dudar de tu relación con Dios.  Incluso aquello que no entiendes y te parece que está mal, Jehová tiene el control.  Deja de preocuparte y dedícate a orar y a pasar tiempo en la palabra de Dios para dejar que Él te muestre sus planes y tú estés en paz.

Oración

Señor: gracias.  Tu palabra es sabia y yo puedo estudiarla y aprender de ella para guiar mi camino.  Perdona mis pecados mi Dios.  No permitas que me aparte de Ti por las circunstancias y ayúdame a dejar de cuestionar tus planes y comenzar a confiar plenamente en Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén

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