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2 sept 2015

Salmos 17:6

A ti clamo oh Dios, porque Tú me respondes, inclina a mí tu oído y escucha mi oración. 



A veces es difícil darnos cuenta que nuestra esperanza no está al cien por ciento en el Señor.  Él tiene que intervenir y  dejar “caer” algunas piezas para que nuestro piso se sacuda un poco y podamos ver con mayor claridad aquello que está estorbando en nuestra comunión con Él.  Puede ser que haya cambios en tu trabajo, problemas de salud, alguna situación económica o con algún ser querido.  Dios trabaja de muchas formas y no puedo enlistar cada una.  Lo que sí puedo decirte es que hoy está queriendo trabajar contigo.  La biblia nos dice que Él nos transformará y nos pareceremos más a Cristo.  Cuando leo un versículo o pasaje como el de hoy, me recuerda cuántas veces cometemos el error de buscar ayuda en los lugares equivocados.  “A Ti clamo Dios, porque Tú me respondes”.  Sabemos que Dios responde.  Sabemos que Dios nos ama.  Sin embargo, muchas veces tratamos de resolver las cosas por nosotros mismos.  Queremos que la incertidumbre se acabe y haya certeza a nuestra manera.  Queremos ver que las cosas se arreglen como nosotros consideramos es lo mejor.  Olvidamos que Dios está al control y su plan es muy superior al nuestro.  Poco a poco se van cayendo nuestras opciones.  Poco a poco el Señor va mostrándonos lo frágiles que somos y lo sencillo que es perder aquello que considerábamos nuestro.  ¿Entiendes lo que estoy diciendo?  Es en ese momento de plena conciencia de nuestra debilidad y necesidad de Dios en la que venimos a Él como lo hace el salmista.  Clamando a Aquél que realmente tiene el control de las cosas y puede ayudarnos.  Es en este instante cuando comprendes que tu paz solamente puede provenir de tu confianza en Él.  Cuando estás agotado.  Cuando estás angustiado.  Solamente el Señor tiene un camino pues tú ya no ves por dónde.  Hoy te tengo buenas noticias.  ¡Clama a Dios porque Él escucha y responde a tu oración!  Todo puede estar de cabeza pero Dios sigue en control.  Nada puede parecer tener sentido sin embargo, Jehová tiene todo en sus manos.  Pide perdón por tus pecados.  Reconcíliate con el Señor y deposita toda tu vida, no solamente parte de ella ni casos especiales, tu vida entera entrégala a Él y deja que Él abra caminos y traiga paz y bendiciones a tu vida.

Oración

Señor: no puedo más.  Una cosa tras otra y yo ya estoy agotado.  Hoy me doy cuenta que mi vida y mi esperanza no están puestas en Ti.  Perdóname.  Perdona mis pecados.  Ayúdame a dejar de dudar y entregarte mi vida sin restricciones.  Te pido escuches y respondas a mi oración llenándome de tu paz, de tu amor y de tu consuelo para que, independientemente de la situación, pueda estar confiado en Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén

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