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24 may 2012

Hechos 24:24-27


Algunos días después llegó Félix con su esposa Drusila, que era judía.  Mandó llamar a Pablo y lo escuchó hablar acerca de la fe en Cristo Jesús.  Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix tuvo miedo y le dijo: ¡Basta por ahora! Puedes retirarte.  Cuando sea oportuno te mandaré llamar otra vez.  Félix también esperaba que Pablo le ofreciera dinero; por eso mandaba llamarlo con frecuencia y conversaba con él.  Transcurridos dos años, Félix tuvo como sucesor a Porcio Festo, pero como Félix quería congraciarse con los judíos, dejó preso a Pablo.

No se trata de jugar al optimista y no ver lo negativo o difícil de lo que nos sucede, pero si tomamos en cuenta que estando preso, Pablo pudo dar testimonio al gobernador Félix, debemos ver su encarcelamiento como un plan perfecto de Dios.  ¿Cómo imaginar que la aprehensión de Pablo pudiera tener semejante resultado?  ¡Imposible!  Solamente Dios pudo pensarlo.  He escuchado testimonios de personas compartiendo a Cristo en los hospitales mientras sus familiares se encuentran muy delicados.  ¡Dios quiere utilizarte en todo momento!  No hay un lugar único para hablar de Jesús.  
Por otro lado, ¿Cuántas veces hemos tenido flojera o pesadumbre de volver a compartir de Jesús a tal persona, pues sabemos que es necia y nunca escucha?  A veces hasta he preferido no decir nada.  Bueno, pues si utilizamos la biblia como ejemplo, podemos ver a Pablo siendo llamado en repetidas ocasiones por Félix y su esposa.  Tal vez las primeras veces pensó que en verdad querían escucharlo.  Pero después de que pasaron los meses y luego los años, pudo entender que principalmente estaban esperando que ofreciera dinero a cambio de su libertad.  Aun así, él siguió hablando de Jesús, de la reconciliación que ofrece e incluso, les dio algunos principios que se aplicarían a su vida: justicia, dominio propio y juicio venidero.  Tú y yo somos los siervos y Jehová el amo.  Si Él decide que debemos hablar a la misma persona una, diez o cien veces, nosotros debemos hacerlo.  Nada de poner pretextos.  No debemos limitar el plan de Dios porque no entendemos lo que vendrá.
Ahora, es importante tener los ojos abiertos y darnos cuenta del cuidado del Señor mientras todo parece estar de cabeza.  Pablo estaba encarcelado injustamente.  ¿Algo está mal no crees?  ¡Definitivamente!  Pero si recuerdas, había un complot para asesinarlo.  Gracias a que se encuentra en custodia, no pueden hacerle nada.  ¡Eso es cuidado de Dios!  Suena irónico y raro pero es la realidad.  Dios estaba protegiendo a Pablo.  Quería seguirlo utilizando y lo llevaría a cumplir su plan a pesar de que hubiera un grupo de personas que quisieran frenarlo.  Esto nos debe servir como ejemplo de que nuestro Dios tiene todo bajo control.  Nada, absolutamente nada se le escapa ni está fuera de su voluntad.  Si has atravesado situaciones difíciles, te recomiendo que medites sobre lo que Dios quiere enseñarte y cómo puede utilizarte mediante esa experiencia.  Si no lo has hecho, es probable que te hayas dedicado a quejarte y mostrar enojo e incredulidad sobre lo que viviste.  Si quieres, sigue quejándote, sigue guardando rencores y sigue enojado con Dios.  Solamente estás retardando el aceptar que necesitas cambiar de dirección, reconocer que te estás destruyendo por dentro y que ya no puedes más.
El Señor quiere utilizarnos y a nosotros no nos corresponde escoger.  Él nos habla y nosotros debemos escuchar y estar listos para servir.  
Oración
Padre: sé que me has hablado y no he estado listo para servirte sino al contrario, me he quejado y me he quedado sentado.  Te pido perdón.  Quiero vivir agradecido y viendo tus bendiciones.  Te pido que pueda ser testimonio de Ti sin importar las circunstancias y sin emitir juicio sobre a quién sí le hablo de Ti y a quién no.  Señor, permite que mi vida sea agradable a Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias