Después de pasar entre los judíos unos ocho o diez días, Festo bajó a Cesarea, y al día siguiente convocó al tribunal y mandó que le trajeran a Pablo. Cuando éste se presentó, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo rodearon, formulando contra él muchas acusaciones graves que no podían probar. Pablo se defendía: no he cometido ninguna falta, ni contra la ley de los judíos ni contra el templo ni contra el emperador.
Los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas (Mateo 10:16). Yo sé que es difícil recibir acusaciones falsas. Sé que es difícil recibir ataques injustificados. Sé también que duele cuando nos lastiman o nos traicionan. ¿Pero sabes algo? Debes aprender a tener dominio de tu cuerpo, de tu mente y de tus reacciones. No puedes ir por el mundo tratando de vengar cada daño que te han hecho. No puedes andar buscando descargar tu ira en el momento en que se te presente una oportunidad. Estos deseos no provienen de Dios sino de tu naturaleza carnal. Estos deseos y pensamientos son los que debes entregar a Dios y pedir que los remueva de tu interior. La palabra de Dios nos ayuda a entender con más claridad el propósito de tu vida y la mía junto con las dificultades que atravesaremos. ¿Quiénes somos? Ovejas. ¿Cómo debemos reaccionar? Con inteligencia y humildad. ¿Qué enfrentaremos? Lobos. ¿Qué nos harán? Querrán devorarnos. ¿Lo puedes ver? Con la biblia nos podemos preparar para lo que ha de venir. En los equipos de rescate, constantemente realizan simulacros de posibles emergencias que pudieran ocurrir. ¿Con qué fin? El día que una situación se presente, ellos estarán mejor preparados para actuar con la cabeza fría y enfocada en resolver lo que se presente. Así estaba Pablo y así debemos estar nosotros. Preparados. Listos para lo que venga. No distraídos sino enfocados y listos para encontrarnos entre lobos y reaccionar sabia y sencillamente. Medita en esto: ¿qué tipo de reacción quieres tener si te encuentras en medio de lobos y no te has preparado para lo que estás atravesando? Suena ilógico pero así somos. Como dice el dicho “queremos ir a la guerra sin fusil”.
Date cuenta de los ataques que estaba recibiendo Pablo. Tenía a varias personas en su contra y en su cara mintiendo y viéndolo con odio y coraje. Tratando de intimidarlo y hacerlo sentir mal. Buscaban su muerte. Buscaban acabar con él en cualquier momento. ¿Intimidante? ¡Seguro que sí! Pero Pablo pasó dos años encarcelado preparándose para este momento. Sin temor, se defendió como serpiente y paloma. Soy inocente. Suena sencillo pero sus palabras son sumamente eficaces y profundas. No les dijo mentirosos. No los atacó. No trató de explicar que estaban poniendo una trampa en su contra. Con su respuesta los dejó sin oportunidad para más provocación. ¡Así debemos reaccionar! No por instinto ni por impulso sino con meditación y sabiduría queriendo seguir los pasos de Jesús.
Es normal atravesar este tipo de circunstancias. No te extrañes ni sientas que Dios se ha alejado. Él está ahí. Te está viendo. Prepárate. Lee y estudia la Biblia. Ora constantemente. Busca consejo de alguien familiarizado con los principios de Dios. Así, podrás estar mejor preparado para ser sabio y humilde en tus acciones.
Oración
Padre nuestro: Tú eres omnipresente y eres Santo. Permite que mi prioridad sea buscar tu reino y aprenda a vivir conforme a tu voluntad y no la mía. Quiero aprender a ser sabio y sencillo y a estar preparado para lo que pueda venir. Te doy gracias por darle sentido a mi vida y por estar siempre ahí cuando más te necesito. Te pido traigas paz a mi corazón. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén
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