Así que nosotros, que estamos recibiendo un
reino inconmovible, seamos agradecidos.
Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a Él le agrada, con
temor reverente, porque nuestro Dios es un fuego consumidor.
Hay gente que piensa que uno deja de hacer
tal o cual cosa porque se nos prohíbe dentro del cristianismo. “Ah, dejó esto porque no se lo permiten”. “Ahora ya no viene con nosotros porque no
lo dejan”. Si alguien dice esto de
ti, primero que nada te felicito. Quiere
decir que estás poniendo a Dios por encima de todo y estás dejando atrás todo
eso que estorba en tu comunión con Él sin importar lo que la gente opine. Segundo debo decirte que debes aprender a
comunicar y compartir mejor tu experiencia con el Señor y el pasaje de hoy es
el mejor ejemplo de cómo hacerlo. Dice
que seamos agradecidos y adoremos a Dios como a Él le agrada. Nadie nos prohíbe nada. Nadie nos amenaza de nada. ¡Al contrario! Si algo hemos recibido al venir a Cristo son
bendiciones y su amor incondicional. Si
decido cambiar algo en mi vida es justamente porque estoy agradecido con lo que
hizo por mí y entiendo que lo mejor es obedecerle y adorarle. Precisamente esto es lo que hay que
compartir. Que la gente pueda ver que en
mi vida hay congruencia entre lo que creo, digo y hago. Que puedan ver que amo a Dios y que busco
servirle por el gozo que esto conlleva. Sí,
Dios es celoso de mi vida y aborrece el pecado.
Sí, debo buscar la santidad y alejarme de todo lo que no es agradable a
Él. ¿Pero con qué propósito? ¡Para agradar a Aquél que me rescató, me amó
y me dio vida! Merece eso y mucho más
¿no crees? Es importante aprender a
compartir nuestra experiencia con el Señor.
Tu vida debe ser un ejemplo y motivación para las personas que no le
conocen. Así que busca llevar su
evangelio a cada persona que te rodea.
¡No podemos quedarnos con tanta bendición! Es necesario compartirla. Hemos recibido tanto y sin merecerlo que
simplemente debe ser algo natural en nosotros el llevar tanta bendición a los
demás.
Hemos recibido un reino inconmovible…
El mundo nos ofrece mucho. Nos llena nuestros ojos de luces y cosas
mágicas que llaman nuestra atención y se convierten en deseos que eventualmente
queremos conseguir. Conforme conozco más
de Dios me doy cuenta de lo efímero que es todo lo que se nos ofrece. Sí. Es
brillante y parece maravilloso. Sin
embargo no satisface absolutamente nada en mí.
Uno compra un coche nuevo y no pasa mucho tiempo en que hay otro mejor y
queremos cambiar. Una casa más
grande. Un mejor puesto. Unas vacaciones en un lugar
espectacular. Fama. Dinero.
Poder. En fin. ¡Hay tanto que parece atractivo! Sin embargo, lo que debemos aprender el día
de hoy es que, lo realmente atractivo y duradero es ese reino inconmovible que
recibimos en Cristo.
Oración
Padre: gracias. No merezco todo lo que haces por mí. Te pido transformes mi vida entera y mis
acciones sean un ejemplo de lo maravilloso que es tener comunión contigo. Pon en mi tus deseos y abre mi entendimiento
para dejar atrás todo lo efímero y perseguir tu reino que es inconmovible y eterno. Gracias Padre en el nombre de Jesús. Amén.
9 comentarios:
Amén Amén
Saludos y gracias por comentar
INCREÍBLE UN REINO QUE NO CAMBIA,NO TIENE FIN. MARAVILLOSO CON EL SEÑOR JESUCRISTO. PAZ AMOR SALUD COSAS QUE OJO NO VIÓ NI HA SUBIDO A CORAZÓN DE HOMBRE....AMEEENNNN
¡Amén!
Señor Jesús gracias por tu palabra, por tu amor.
Amen
Así es cuando Dios abre nuestros ojos podemos ver la Luz podemos verlo a el cuando por su Amor nos da la posibilidad de poder accesar a través de su hijo Jesucristo a la Eternidad
Gracias por sus comentarios y gracias a Dios por su amor.
¡Amén!
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