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7 oct 2015

Salmos 18:20-21

El Señor me ha pagado conforme a mi justicia, me ha premiado conforme a la limpieza de mis manos pues he andado en los caminos del Señor; no he cometido mal alguno ni me he apartado de mi Dios.



La marca de zapatos Nike utiliza el slogan: no pain no gain (sin dolor no se mejora).  Curiosamente podríamos aplicarlo a todo lo que hemos aprendido de la vida de David a través de sus salmos.  Si algo tuvo que experimentar fue el dolor constante y la aflicción.  Sin embargo, no terminó ahí.  Dios lo levantó y lo coronó como rey.  ¿Quiere decir que Dios te quiere hacer rey?  No.  Quiere decir que, al cumplir con su voluntad, las bendiciones siempre llegan.  Te voy a dar un ejemplo personal.  En el 2007 decidí cambiarme de trabajo y de país donde vivía.  Después de mucha oración, Dios mostró que era el camino a seguir.  A finales del 2008 me entero que la crisis financiera ha causado que la empresa para la que trabajaba fuera adquirida por otra.  Para diciembre comenzaron los recortes de personal.  ¿Qué estás haciendo mi Dios?  ¿No me querías aquí?  ¿No estuve orando para que mostraras dónde debía estar?  Estas fueron mis preguntas y reclamos al Señor.  Posteriormente, decidí confiar en sus planes y dejar que Él decidiera sin que yo reclamara.  Contra mi voluntad.  Contra mi ansiedad.  Contra mis deseos de tener certidumbre.  Simplemente busqué tener congruencia entre lo que decía creer y mis acciones.  Si creo en Dios, debo confiar en que Él tiene cuidado de mí.  Así que no tuve otra opción más que seguir Mateo 11:30 y entregarle mi carga el Señor confiando en que la suya verdaderamente sería más ligera.  No fue fácil.  Es más fácil escribirlo que vivirlo.  El tiempo pasó y no solamente Dios se encargó de mí sino que en todo momento me prosperó tal y como lo dice su palabra.  Recuerda: Dios bendice y prospera a los que permanecen en Él.  En Juan 15:5 dice que nosotros somos las ramas mientras que Jehová es la vid.  David sufrió pero nunca desistió y permaneció en la vid.  Conforme pasó el tiempo, dio fruto en abundancia.  Así también puedo asegurarte que pasará en tu vida.  No temas a las pruebas.  No temas a la adversidad.  Es la mejor forma de crecer espiritualmente y tener congruencia entre lo que decimos y hacemos.  Ahora, no estoy predicando un evangelio donde todo es lindo y maravilloso.  Estoy compartiéndote lo que la biblia dice: el que obedece, el que permanece en Él, el que actúa conforme a Su voluntad, recibe bendiciones.  ¡Es un hecho!  Lo que no es un hecho es que esas bendiciones sean materiales.  Una gran bendición que simplemente no tiene precio es el estar en paz a pesar de las circunstancias.  Otra enorme bendición es poder perdonar sin que siquiera te pidan perdón.  Hay muchas bendiciones que no están relacionadas al beneficio material.  No caigas en el error de limitarlas de esa manera.
Hoy quiero animarte a seguir los pasos de David al mantenerse firme y obediente al Señor a pesar de que las circunstancias eran adveras para finalmente recibir la bendición de Jehová.  No desmayes.  No temas.  Dios ya nos contó cómo termina la historia y Él ha vencido al mundo.  Entrégate a Él.  Descansa en Él y, sobre todo, confía en Él.

Oración

Padre: es difícil para mí entregarte mi vida y confiar plenamente en Ti pero hoy aprendí que es lo mejor que puedo hacer.  No quiero vivir dudando de tu amor ni de tu cuidado hacia mí.  Heme aquí Señor dispuesto a servirte, a permanecer en Ti y confiar plenamente en el cumplimiento de tu palabra en mi vida.  En Cristo Jesús.  Amén

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