Es Él quien me arma de
valor y endereza mi camino; da a mis pies la ligereza del venado y me mantiene
firme en las alturas; adiestra mis manos para la batalla y mis brazos para
tensar arcos de bronce.
Te pido que vuelvas a leer
detenidamente los dos versículos. Ahora
vuelve a leerlo cuestionando cuál es la fuente de tu valor y principios para tu
camino; quién o qué da firmeza a tu vida; quién o qué te da fuerza para librar
las batallas. Recuerda que, si estás
leyendo esto, es solamente entre Dios y tú.
No tienes que quedar bien con nadie.
Se honesto. Abre tu corazón. Abre todo lo que traes dentro y exponlo a la
luz de la palabra de Dios. Recientemente
escuchaba a una persona platicar sobre su vida y cómo las circunstancias lo
hicieron “salir adelante” y convertirse en una persona que lucha y es
exitosa. En este caso, sus batallas las
libró y libra con sus propias fuerzas.
Su camino lo dictan sus principios conforme considera necesarios. ¿Dónde estás tú? Insisto, no se trata de contestar
“correctamente” sino honestamente. Estos
pasajes son para meditar en nuestra vida y cuestionar en dónde está nuestra
esperanza; quién dirige nuestros pasos; quién da fuerza para las batallas y en
quién depositamos nuestros problemas.
Lee el pasaje nuevamente y date cuenta de todos los aspectos que toca:
valor; principios; cargas; estabilidad y firmeza; fortaleza y
adiestramiento. ¡Qué más podemos
pedir! Sin embargo, nuestra carne hace
de las suyas y nos orilla a tomar decisiones incorrectas. Nos hace dudar sobre la veracidad de la
palabra e incluso nos pone presión para que las cosas se resuelvan en nuestros
tiempos. Has una pausa en tu vida. No es casualidad que estés leyendo esto. Es Dios hablando a tu vida. Quiere que te detengas. Quiere que dejes de correr. Quiere que dejes de luchar. Quiere que dejes de temer. Quiere que dejes atrás todas esas cargas que
te están aplastando. Él quiere ser tu Dios,
tu Padre, tu Redentor. Puedes seguir
adelante utilizando tus propios medios.
Es probable que no te caiga un rayo y sigas como si no pasara nada. La realidad es que sí pasa y mucho. Cada día que decides no hacer la voluntad de
Dios estás yendo en su contra y eso significa que te estás metiendo en
problemas tú solo. ¿No me crees? Proverbios 16:18 dice: antes del quebrantamiento es la soberbia y antes de la caída la altivez
de espíritu. ¿Has escuchado la
frase: necesita tocar fondo? Justamente
es lo que la biblia dice en proverbios.
Nuestro orgullo nos deja tan cegados que necesitamos quedar en una
situación tan precaria que no hay salida por ningún lado. Así es como la gente destruye su vida. Piensa que puede divorciarse y seguir
adelante sin que pase nada. Piensa que
puede “eliminar” a una persona de su vida en lugar de perdonar y pedir perdón y
que no pasa nada. Piensa que puede
mentir “cuando sea necesario” sin que pase nada. Piensa que puede apartarse del Señor y llevar
una vida de bendición. No seas tan
ingenuo. No puedes recibir las
bendiciones de quién no es tu Padre y tu Señor.
La biblia es muy clara. Los que
son de Él, escuchan su voz, le siguen y le obedecen. No escribo esto para señalarte sino para
animarte a llevar una vida plena conforme a lo que Jehová tiene para ti. No quiero acusarte sino recordarte que Cristo
ya murió por ti y está listo para reconciliarte con el Padre. Te pido que leas el pasaje por última vez y
reconozcas en dónde estás parado.
Oración
Padre: Heme aquí. Examina mi vida. Examina mi corazón. Examina mis pensamientos. No quiero seguir igual. Quiero servirte, quiero obedecerte, quiero
agradarte en todo lo que haga. Te doy
gracias por tu palabra y la manera en la que guías mi vida por pastos
verdes. Perdona mi orgullo y
necedad. No permitas que mi carne me
aparte de Ti. En Cristo Jesús te lo
pido. Amén.
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