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22 oct 2015

Salmos 18:43-45

Me has librado de una turba amotinada; me has puesto por encima de los paganos; me sirve gente que yo no conocía.  Apenas me oyen, me obedecen; son extranjeros y me rinden homenaje.  ¡Esos extraños se descorazonan y temblando salen de sus refugios!



David pasó de ser perseguido a ser librado y posteriormente a ser exaltado.  Reina Valera traduce “turba amotinada” como: contiendas del pueblo.  Si lees con detenimiento cada detalle que describe David, puedes darte cuenta de cómo el Señor actúa en distintos aspectos de nuestra vida.  Dios se encargó de las multitudes revoltosas y las puso en orden.  Puso a David por encima de todos aquellos que tenían distintos dioses manifestándose como Jehová el más poderoso y único Dios.  Pero no terminó ahí.  Gente extranjera tenía conocimiento de David y le obedecían.  Por último, aquellos que seguían  escondidos tratando de derribar a David, no pudieron hacer nada más que salir y rendirse.  Estoy convencido que David jamás imaginó la manera en la que el Señor le libraría y exaltaría.  Me imagino que salía a la calle y no dejaba de sorprenderse al ver la mano de Dios trabajando y entregándole la victoria en cada esquina y de manera milagrosa.  Lo imagino gozándose de ver cómo el Señor traía a él a los extranjeros a obedecerle y rendirle homenaje.  ¡Este es mi Dios!  Dijo.  ¡Este es Jehová en quién he depositado mi confianza!  ¿Sabes?  No es fácil confiar plenamente en el Señor.  Nuestra carne lucha ferozmente para que no lo hagamos.  Todo nuestro “pasado” nos frena a abrirnos y dejar que Él haga.  Sin embargo, cuando logramos vencer ese miedo y abrazamos las promesas del Señor, grandes cosas llegan a nuestra vida.  Milagros que jamás imaginamos.  De repente nos encontramos con paz y gozo mientras que la situación que atravesamos sigue estando complicada.  Descubrimos que nuestro corazón perdona a quien habíamos llamado imperdonable.  Descubrimos que tenemos amor para con nuestro prójimo.  Descubrimos que no tenemos necesidad de más.  Poco a poco, conforme vamos entregándonos más y más al Señor, Él se encarga de realizar la misma estrategia que utilizó con David en nosotros.  Recuerda que Cristo nos dice en Lucas 16:10 el que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel.  Dios está observando si eres sabio con lo que hoy te ha dado.  En el momento en que reconoces que todo le pertenece al Señor y buscas día a día utilizar lo que te ha dado para servirle y darle gloria, Él se encargará de darte más pues has sabido ser fiel y buen siervo.  ¿Cómo sé que Dios te dará más?  Está escrito en la biblia.  Una y otra vez nos promete a todos los que le obedecemos que abrirá las puertas de los cielos y derramará sus bendiciones sobre nosotros.  Así de fácil.  Así de maravilloso.  Mientras tanto nosotros dejamos “dinero en la mesa” al continuar dudando y poniendo pretextos para no comprometernos con el Señor.  Él ya nos dijo sus promesas y nunca ha dejado de cumplirlas.  Cumplió con David y muy por encima de lo que jamás pudo imaginar.  Así también quiere hacerlo en tu vida.  ¿Qué vas a decidir?  ¿Vas a seguir buscando excusas para no entregarte por completo o vas a doblar tu rodilla y comenzar a caminar junto a Él?

Oración

Padre: mereces la gloria y la alabanza.  No solo te encargas de cuidarme sino de bendecirme en abundancia cuando permanezco en tu palabra.  Yo vengo ante Ti humillado y doblando mis rodillas.  Toma mi vida entera.  No quiero seguir a medias.  Quiero comprometerme contigo y servirte en todo lo que haga.  En Cristo Jesús.  Amén.

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