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23 oct 2015

Salmos 18:46-47

¡El Señor vive!  ¡Alabada sea mi roca!  ¡Exaltado sea mi Dios salvador!  Él es el Dios que me vindica, el que pone los pueblos a mis pies



Vindicar significa: defender de una acusación injusta.  No puedo dejar de notar sobre la cantidad de veces que leemos sobre injusticias en la palabra de Dios.  Una y otra vez las injusticias se hacen notar y al mismo tiempo, una y otra vez el Señor sale al auxilio.  Piensa por un momento en tu vida.  Piensa en tu pasado.  Piensa en tu presente.  ¿Dónde ha estado Dios?  ¿Pudieras dar alabanza como lo hace David?  ¿Pudieras clamar a Él y confesar a todos que Él vive, que Él es tu roca y tu salvador?  ¿Pudieras dar testimonio a todos que Él es quien te da las victorias y prospera tu camino?  Hay personas que se dan por vencidas o se desaniman por no ver una “respuesta”.  Dios tiene tiempos distintos a los nuestros.  Sus planes son mejores que los nuestros.  Entonces no desmayes por no ver una respuesta en el horizonte.  En lugar de estar buscando tu solución, pon tu mirada en el Señor.  Deja que Él sea tu roca y traiga hoy estabilidad para que puedas seguir adelante.
Por otro lado, me encanta leer: el Señor vive.  Hoy en día la cultura quiere hacernos creer que todos pueden llegar al cielo o al lugar que imaginan irán al morir.  Nos hacen pensar que nuestros dioses son iguales pero con distintas teologías.  Incluso cada uno de nosotros puede tener sus propios ideales.  Debes saber que la biblia nos enseña lo contrario.  Solamente hay un Dios: Jehová.  Solamente Él vive.  Solamente Él es la verdad y tiene la verdad.  Yo puedo hacer las cosas a mi manera.  Yo puedo cambiar la biblia e interpretarla a mi antojo.  Sin embargo, esto no quiere decir que yo esté en lo correcto y tenga la verdad.  La verdad es una.  Solamente hay un Dios que vive y está por sobre todas las cosas: Jehová de los ejércitos.  Apocalipsis 1:8 dice: Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.  Estas palabras son verdad.  No son historia de una novela.  Dios vive.  Podemos crear nuestros propios dioses.  Podemos tener distintas ideologías.  Pero no podemos por ello cancelar su existencia y negar su ser.
Después David da alabanzas al Señor por ser su roca.  ¡Cuántas veces he dado gracias al Señor por ser mi roca!  Cada vez que me encuentro ante una disyuntiva y la incertidumbre comienza a correr y tomar fuerza, recuerdo que el Señor siempre ha cumplido sus promesas, recuerdo que me pide que no me preocupe pues Él tiene cuidado de mí, recuerdo cómo siempre se ha encargado de librarme y mostrarme su amor.  ¡Gloria y alabanza al Señor que es mi roca!  ¿Quién o qué es tu roca?  ¿Qué le da estabilidad a tu vida?  ¿Qué trae paz a tu corazón y qué hace que puedas dormir tranquilo?
Por último, David reconoce que es Dios quien pone a los pueblos a sus pies.  Primero le libró el Señor de osos y leones.  Después de Saúl el rey que intentó matarle para posteriormente poner a todos sus enemigos a sus pies.  Poco a poco el Señor fue moldeando el carácter de David y por ello, cuando era rey, no se vanaglorió sino que reconoció al Dios todopoderoso como el dador.  No dejes que tu orgullo estorbe y nuble tu vista haciéndote pensar que mereces algo por tu esfuerzo.  El Señor es quien te ha dado todo y a Él es la gloria.

Oración

Padre: gracias por tu palabra y por permitirme estudiarla.  Abre mi corazón y dame entendimiento para que puedan penetrar tus palabras y se guarden en mi mente.  Te pido perdones mis pecados y sea limpio ante Ti.  Te pido que pueda aprender a vivir contigo como mi roca, contigo como mi salvador, contigo como mi rey y Señor.  A Ti sea la gloria de todo lo que haga.  En el nombre de Jesús.  Amén

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