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8 oct 2015

Salmos 18:22-24

Pues todos sus juicios estuvieron dentro de mí y no me he apartado de sus estatutos.  Fui recto para con Él y me he guardado de mi maldad.  Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia, conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista. 



¿A quién acudes para pedir consejo?  Piénsalo.  Puede ser que seas del estilo “llanero solitario” que piensa que no necesita contarle sus problemas a nadie y que son totalmente privados como para tener que compartirlos.  También puedes estar en el extremo opuesto donde todos se enteran de lo que te sucede y al mismo tiempo opinan sobre lo que debieras hacer.  La biblia nos dice: en la multitud de consejeros está la seguridad, la victoria y se afirman los pensamientos (Proverbios 11:4, 15:22, 24:6).  Entonces debemos entender que pedir consejo es bueno y necesario.  Sin embargo, no cualquiera nos dará una buena opinión.  Pueden ser bien intencionados pero muy alejados del Señor.  Ahora, ¿qué tiene que ver esto con el versículo de hoy?  Bien.  Muchas veces clamamos a Dios.  Le contamos todos nuestros problemas.  Le invocamos.  Le rogamos.  Y nunca cuestionamos qué quiere que hagamos.  Queremos recibir las bendiciones del Señor pero no nos preocupamos por hacer lo que Dios quiere que hagamos.  El pasaje dice que David mantuvo los estatutos del Señor, fue recto para con Él y se apartó de su maldad.  Es importante que busques el consejo de una persona que conoce de la palabra de Dios y está entregada a Él.  Solamente así podrás imitar lo que David hizo.  De lo contrario, cuando tu carne quiera actuar y pidas consejo a alguien que no tiene conocimiento de la palabra de Dios, te dirá que no hay nada malo en buscar tu propio placer.  ¿Lo puedes entender?  Cada vez que nos encontramos en situaciones en las que no sabemos que hacer, cuando estamos desesperados, cansados, angustiados y abrumados, al salir y pedir consejo a un hermano maduro en Cristo, sus palabras, aunque no nos gusten, serán lo que necesitamos escuchar.  Jonatán fue ese consejero para David.  Además, David constantemente buscó al Señor antes y durante su persecución.  No había hecho nada malo y estuvo a punto de morir injustamente.  Sin embargo, él mantuvo sus principios firmes y en ningún momento se apartó del Señor y sus mandamientos.
Dios recompensó a David y también recompensa a todos aquellos que se apartan del pecado y permanecen en Él.  No pierdas la esperanza.  No te dejes manipular por lo que ves o escuchas.  Ten fe en el Señor y mantente firme en Él.  No te apartes de su palabra.  No te apartes de la familia en Cristo.  Sin importar las circunstancias, Él no te ha desamparado.  Está trabajando contigo y quiere formar tu carácter espiritual.  Puede ser duro y no fácil de aceptar pero para eso tenemos la biblia y sus ejemplos.  Estoy seguro que a David no le gustó huir y temer por su vida.  Estoy seguro que a Job no le gustó perder a sus hijos y vivir con las peores enfermedades existentes.  Sin embargo, ellos se mantuvieron firmes y no pecaron contra el Señor a pesar de las injusticias (a ojos del mundo) que estaban atravesando.

Oración

Señor: gracias.  Gracias por traer esperanza y perspectiva a mi vida.  Definitivamente no es fácil morir a la carne pero seguirte y servirte es lo que quiero y deseo hacer en todo momento.  No permitas que me aparte de Ti.  No permitas que peque contra Ti.  Pon consejeros que te amen en mi camino para siempre recibir las correcciones y direcciones adecuadas.  Te lo pido en el nombre de mi Señor Cristo Jesús.  Amén.

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