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27 jun 2016

Salmos 27:13 Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes.

Fe.  La certeza de lo que esperamos.  La convicción de lo que no vemos.  Tener fe no es pensar que tu equipo deportivo será campeón.  Tener fe no es pensar que todo saldrá bien.  Tener fe no significa que la enfermedad se irá y la salud llegará.  ¡Eso no es fe!  La gente no sabe lo que realmente significa la fe y por ello tenemos que acudir a la biblia para poder entender, de manera profunda, lo que significa.  La fe tiene que ir acompañada de certeza y de convicción.  Si no puedo tener esa combinación, no puedo decir que tengo fe en algo.  Puedo tener esperanza y buenos deseos pero no fe.  Sé que puede resultar un poco extraño esto pero te pido lo medites por un momento.  Cuando alguien pasa por un momento difícil, la gente dice: ten fe y todo saldrá bien.  ¡No es cierto!  Lo correcto sería decir: pide al Señor que te llene de su paz, amor y consuelo para poder seguir adelante sin importar las circunstancias.  Ten fe que así será pues Él nos promete esto en su palabra.  Ahora sí.  Tengo la certeza de que Dios no miente y que, sin dudar, derrama su paz y consuelo sobre mí.  Tengo la convicción de que su palabra es verdadera.  ¿Lo puedes entender?  Cuando David dice: estoy seguro que he de ver la bondad del Señor en esta tierra, lo que nos está diciendo es: tengo fe en que el Señor reina y reinará.  No importa que atraviese injusticia o persecución.  Estoy completamente convencido que su palabra es real y Él se mostrará en amor y bondad a cada uno de nosotros.  Josué y Caleb tuvieron fe y obedecieron las instrucciones de Jehová para derribar las murallas y tomar Jericó.  No tuvieron esperanza.  No tuvieron buenos deseos.  No tuvieron una buena estrategia.  Tuvieron fe.  Certeza de que cada palabra que sale del Señor es real.  Si Dios dijo que ganarían la batalla, no importa lo que extraño que parezca dar vueltas alrededor de una muralla y tocar trompetas.  Ellos lo hicieron.  Fe.  Se escucha.  Se abraza la enseñanza.  Se pone en práctica.  Por fe, Cristo obedeció al Padre y fue crucificado.  Por fe, Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo.  Por fe.  ¿De qué estás convencido?  ¿Cuál es tu fe?  David estaba pasando por un mal momento.  De cierta manera podríamos pensar que tendría derecho a estar triste o tal vez deprimido por su situación.  Viviendo injusticias y señalamientos.  Pero su fe estaba firme.  Fe en las promesas de Dios.  Convicción de que llegaría el momento en que Dios se manifestaría.  Certeza de que en Él debe estar nuestra esperanza para recibir bendición.  ¿Te das cuenta?  El versículo de hoy no son unas cuantas palabras.  Habla de un carácter.  Una personalidad.  Una pasión.  Una debilidad.  Un deseo.  ¿Dónde estás parado?  ¿Qué tienes en tu piso como cimiento para tu vida?  ¿Qué te permite seguir en medio de la incertidumbre?  Espero que ahora entiendas lo que realmente es la fe y cambies tu vida para realmente vivir en fe y por la fe en lugar de con esperanza y buenos deseos.

Oración

Señor: tengo fe en ti.  Estoy convencido que tu palabra es real.  Estoy convencido que soy pecador y tu Hijo vino a salvarme al morir por mí.  Llena mi vida.  Llena mi corazón.  Llena mi mente.  Que mis acciones sean testimonio de los milagros que haces y los demás vean que eres real.  Gracias mi Dios.  En Cristo Jesús.  Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Interezante