Vistas de página en total

2 dic 2020

Salmos 37:3-4 Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.

Cuando te subes a un avión, confías que el piloto sabrá llevarte a tu destino.  Cuando compras comida fuera de tu casa, confías que está bien hecha y limpia.  Cuando tienes un amigo y pides un favor, confías en que lo hará.  Cuando te vas a dormir, confías que te levantarás al día siguiente.  Todos los días confiamos en muchas cosas, sin embargo, también limitamos nuestra propia confianza.  Por ejemplo, si te dijeran que es el primer vuelo del piloto, no estarías tan confiado que todo saldrá bien.  Si te avisaran que en el lugar donde compraste comida se acaban de enfermar cientos de personas, es poco probable que confíes en que la comida estará bien.  Tristemente aplicamos este mismo pensamiento con Dios: Confiamos en Él hasta que pensamos que la situación lo ha superado.  Piénsalo.  Muchas veces he escuchado gente que, al principio está muy confiada en que Dios arreglará su situación.  Están orando.  Se ven animados.  Hablan con esperanza.  Conforme pasan los días, meses o años, las cosas cambian.  La desesperación comienza a salir.  La preocupación nubla la esperanza y comenzamos a pensar que es necesario ayudar a Dios.  ¿Cómo saber qué hacer cuando estás en situaciones difíciles?  Fácil.  Haz el bien. Haz todo aquello que agrada a Dios y deja que Él se encargue del resto.   Puede ser que no te guste lo que estás leyendo porque quieres tomar acción y que las cosas cambien lo antes posible pero así no es como funciona Dios.  Nosotros confiamos y hacemos el bien.  Él se encarga de darnos lo que necesitamos para vivir y apacentarnos en su verdad.  Una vez que entiendes el primer paso, puedes pasar al versículo 4 donde nos dice que podemos deleitarnos en Dios y que concederá las peticiones de tu corazón.  Aquí es cuando muchas personas se confunden al no estudiar bien lo que están leyendo y corroborar con otros pasajes de la Biblia.  Hay iglesias que se aprovechan y confunden con intención para hablar de un dios que siempre les dará lo que quieran y lo único que tienen que hacer es pedir, mientras dan alguna aportación monetaria.  Deleitarse en Dios no puede existir sin antes confiar en Él y vivir dejando que Él reine en tu vida.  Por eso hay un orden cronológico en este pasaje.  primeo nos habla de confiar en Él, para luego decirnos que podemos deleitarnos, gozarnos, ser felices en Él y expresarle nuestras peticiones.  ¿Por qué es importante entender el orden cronológico?  Personalmente, me he dado cuenta una y otra vez, que mientras más maduro en mi relación con Dios, más insignificantes se vuelve orar por las cosas materiales o carnales.  Las peticiones de mi corazón se van alineando con los deseos de Dios y por esa razón, todo lo concede.  Este pasaje no es para que pensemos que nos concede cualquier cosa que se nos ocurra.  Si fuera así, Dios sería un mentiroso pues muchas personas han pedido por algo que no se les ha cumplido.  Sabemos que Dios no es mentiroso, por lo tanto, este pasaje no podemos entenderlo así.

Medita en tu entendimiento de Dios.  ¿Lo utilizas como un paragüas que solamente sale cuando llueve y lo guardas cuando sale el sol?  ¿Confías en Él hasta que piensas que es necesario que lo ayudes porque no te gusta lo que está pasando?  ¿Sabes deleitarte en Él?  ¿Has experimentado cómo Dios cumple tus peticiones cuando están alineadas a su voluntad?

 

Oración

Padre: Perdóname.  No he dejado que tengas control absoluto de mi vida y, por lo tanto, no he confiado completamente en Ti.  No he podido deleitarme en Ti.  No he podido apacentarme en tu verdad.  Hoy quiero comenzar a vivir diferente.  Quiero vivir confiado y buscando hacer tu voluntad al mismo tiempo que dejo que Tú te encargues de los problemas.  Lléname de tu paz, gozo y paciencia.  En Cristo Jesús.  Amén.