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27 sept 2022

Salmos 42:1-2 Cual ciervo jadeante en busca de agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida. ¿Cuándo podré presentarme ante Dios?


Justamente acabo de leerle a mis hijos el Salmo 23 (en versión de niños) donde David expresa claramente su confianza en el Señor y habla de cómo Dios nos lleva a pastos verdes y ríos donde podemos tomar agua.  En el Salmo de hoy, vemos una imagen de alguien desesperado y sin fuerzas.  Jadeante. 

Todos los días tenemos diferentes batallas.  Todos los días tenemos que tomar decisiones sobre cómo enfrentar cada disyuntiva que se nos presenta.  Conforme vamos tomando esas decisiones, Dios va trabajando en nuestra madurez espiritual y de aquí el punto que compartí sobre el Salmo 23 y el Salmo de hoy.  El primero nos recuerda que Dios nos guía por pastos verdes y agua abundante mientras el segundo nos presenta una imagen de sed y cansancio.  ¿Podemos sentirnos mal como seguidores de Cristo?  ¡Por supuesto!  ¿Podemos estar sedientos y abatidos?  ¡Claro!  La diferencia con cualquier otra persona que no tiene a Dios en sus vidas es que nosotros podemos acudir a la fuente de agua viva.  ¡Nosotros podemos ir con Dios y vivir confiados que siempre nos guiará por el camino correcto!  Sin importar que sean valles de muerte, Dios nos protege y muestra la luz necesaria para llegar al destino.  Lo importante es reaccionar de manera correcta.  ¿Tienes sed?  Acude a Dios.  ¿Estás cansado?  Entrega tu carga y toma la de Él que es ligera.  ¿Te sientes confundido?  Deja que Dios se encargue de mostrarte sus planes en su tiempo y a su manera.  Si no tomamos estas decisiones y, por el contrario, decidimos hacer nuestra voluntad y dejar que nuestros impulsos y emociones gobiernen, lo más probable es que vivamos en un estado de sed constante e insaciable.  El cuerpo, nuestro yo carnal, nunca terminan de estar satisfechos.  La satisfacción plena solamente llega en lo espiritual que es eterno.

¿Cómo estás tomando decisiones?  ¿Cómo estás buscando satisfacer tu sed; retomar fuerzas; tener sentido y dirección en tu vida?

Recuerda, es normal tener estos momentos duros y complicados.  Lo más importante es que tomes las decisiones correctas y busques, como dice el Salmo, presentarte lo antes posible ante Dios y dejar que Él guíe tu camino.

 

Oración

Señor: estoy sediento, cansado, abrumado y quiero tomar decisiones que estén en línea con tu voluntad.  Toma mis cargas.  Lléname de tu paz.  Que tu amor se derrame en mi ser y pueda levantarme gozoso porque en Ti confío.  Gracias por permitirme tener comunión contigo.  Gracias por estar al pendiente de mí y porque soy especial para Ti.  Te pido que mi vida sea siempre para darte gloria y alabarte.  En Cristo Jesús.  Amén