Vistas de página en total

24 may 2022

Salmos 40:17 Y a mí, pobre y necesitado, quiera el Señor tomarme en cuenta. Tú eres mi socorro y mi libertador; ¡no te tardes Dios mío!


 


El día de hoy hubo una persona que decidió ir a una escuela primaria en un lugar en Texas y comenzó a disparar.  Al parecer 18 niños murieron.  En lo que va del año 2022, ha habido 27 ocasiones de asesinatos de este tipo donde una persona entra a algún lugar público y comienza a disparar.  El día de ayer, vi un video donde entrevistaban a una persona que había sido asaltada mientras iba conduciendo por una carretera y aproximadamente 300 otros vehículos habían pasado por lo mismo.  ¿Por qué no estuve en ninguna de estas tragedias?  A dos años de pandemia por Covid 19, muchas personas han fallecido.  Padres, madres o hijos.  Cada uno era un ser querido.  ¿De qué depende quién muere y quién no?  ¿De qué depende a quién le toca atravesar una tragedia o no?  La verdad no lo sé.  Lo único que puedo pensar es que es misericordia de Dios y al mismo tiempo, hay un plan dentro de todo lo que pasa.  Estoy convencido que las tragedias también tienen un plan detrás.  Estoy convencido que Dios nos ama y no permite que algo pase solamente porque sí.  No va a haber ningún sufrimiento sin que haya crecimiento espiritual y aprendamos a depender más de Él y a darle la gloria.  Todo esto lo escribo porque, al leer el pasaje de hoy, me identifico con las palabras de: a mí, pobre y necesitado, quiera el Señor tomarme en cuenta.  Si no es por su amor, mi vida podría estar dentro de aquellos que pierden su casa por algún desastre natural.  Podría estar con problemas de salud.  Podrían mis hijos tener algún problema o incluso fallecer.  ¡No soy nada ni nadie para poder cambiar una situación así!  Lo único que puedo hacer es levantarme, tratar de conocer más de Dios en ese día, buscar servirle de alguna manera y, si es posible, amarlo más.  ¡Por más que quiera no hay nada más que pueda hacer!  Piénsalo.  Somos pobres y necesitados.  David lo expone muy bien en su salmo.  Solamente Dios nos puede socorrer y librar.  Ahora, aunque parece simple esta meditación, la realidad es que cuesta trabajo aceptar este principio.  Casi siempre buscamos todas las opciones que se nos puedan ocurrir antes de aceptar nuestra debilidad e imposibilidad de cambiar las circunstancias.  Hoy me siento triste y abrumado.  No puedo imaginar el dolor de los padres de los niños que fueron asesinados.  Un día como ayer.  Como hace una semana.  Como hace dos años.  Simplemente que hoy, sus hijos no regresaron a casa.  ¡Devastador!  Hoy doy gracias a Dios por lo que tengo y le pido que nunca olvide lo pobre y necesitado que soy.  Que nunca olvide que El siempre será mi socorro y libertador.  Le pido que, cuando vengan momentos como el que hoy atraviesan las víctimas de esa tragedia, Él no tarde y venga a llenarnos de su paz, su amor y su consuelo para poder seguir adelante.

 

Oración

Señor: Gracias.  Hoy tengo vida y puedo disfrutar a mi familia y seres queridos.  Hoy me diste un techo, abrigo y comida.  Gracias por cuidarme.  No quiero que se me olvide este momento de vulnerabilidad y entendimiento de cuánto te necesito.  En Cristo Jesús.  Amén.