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20 dic 2022

Salmos 42:11 ¿Por qué voy a inquietarme? ¿Por qué me voy a angustiar? En Dios pondré mi esperanza y todavía lo alabaré. ¡Él es mi Salvador y mi Dios!


No tengo que pensar mucho para poder enumerar las cosas por las que me puedo inquietar o angustiar.  Falta de salud.  Carencia económica.  Una guerra.  La pérdida de un ser querido.  Tristeza.  Depresión.  Y así, muchas otras.  Me imagino que tu lista puede ser similar a la mía y ojalá sea más corta.  La realidad es que hay muchas cosas por las que podemos angustiarnos.  ¡Es algo natural angustiarnos!  ¡Es natural inquietarnos!  Ninguno de nosotros “escoge” el tener estos sentimientos.  Lo que sí podemos escoger es controlarlos o no.  Dios nos creó de manera perfecta.  Nuestro cerebro lo hizo con dos hemisferios: uno controla lo racional y el otro lo emocional.  Uno actúa de manera inmediata mientras que el otro nos hace pensar y después decidir.  Aunque hay personas que tienen desarrollado un lado más que el otro, al final, el angustiarse o inquietarse llega de igual forma sin importar cuál sea.  Entonces, cuando leo por qué voy a inquietarme o angustiarme, la verdad es que por muchas cosas.  No puedo sentirme mal de que así sea.  Dios me hizo así.  Lo que tengo que aprender de este versículo no es a dejar de inquietarme o angustiarme sino a entregar a Dios mis angustias e inquietudes.  Piensa en esto: tarde o temprano vamos a pasar por muchas pruebas que forzosamente nos harán angustiarnos e inquietarnos.  No hay forma de escapar el perder a un ser querido.  Tampoco podemos evitar atravesar enfermedades ya sean personales o de nuestros familiares que nos hagan sentir tristes y acabados.  Entonces tenemos que meditar cada vez que las circunstancias sean adversas.  ¿Es Dios un egocéntrico y maniático que le gusta vernos sufrir?  ¿Está Dios distante de su creación?  ¿Qué nos dice la Biblia de Él?  ¡Este es un verdadero parteaguas en tu crecimiento espiritual y relación con Dios!  Este punto es cuando puedes pasar de una persona que dice creer en Dios versus una persona que confía en Dios.  ¿Puedes ver la diferencia?  La biblia nos dice que los demonios creen en Dios y tiemblan.  ¿Qué nos puede separar entonces de ellos?  El creer, confiar y obedecer.  Piensa bien en todo esto.  ¿En dónde estás?  ¿Te has quedado en el límite de los que creen o has dado el paso de fe para convertirte en hijo de Dios confiando y obedeciéndole?

 

Oración

Señor:  sin duda hay muchas cosas que me angustian e inquietan.  Hoy quiero traerlas a tus pies y pedirte que Tú seas quien se encargue de todo lo que me quita la paz y me aparta de Ti.  Tú eres mi Dios, mi Señor y mi Salvador.  En Ti confío y en Ti tengo dirección y paz.  Te pido guíes todos mis pasos y tu amor abunde en mi vida para no desviarme de tu camino.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.