Vistas de página en total

22 feb 2022

Salmos 40:4 Dichoso el que pone su confianza en el Señor y no recurre a los idólatras ni a los que adoran dioses falsos.


La versión Reina Valera 1960 dice: Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira. 

Sería muy fácil tomar decisiones si supiéramos cómo sería el resultado.  No habría incertidumbre.  No habría ningún tipo de inquietud.  No habría necesidad de pedir consejo ni de acudir a Dios para pedir que todo salga bien.  Pero así no es la vida.  No sabemos siquiera lo que sucederá el siguiente minuto.  Llevamos varios días con noticias de Rusia juntando tropas alrededor de Ucrania, pero no sabíamos que el día de ayer sería cuando comenzarían a entrar en dicho territorio.  Tampoco sabemos hasta dónde llegará esa invasión.  Lo que sí sabemos es que debe haber gente preocupada por su situación y la increíble incertidumbre que atraviesan.  Cuando una persona atraviesa problemas económicos o de salud, sabemos que, constantemente hay una preocupación por no saber cómo se resolverán las cosas.  Personalmente recuerdo cuando mi segundo hijo estaba recién nacido y el doctor detectó algo que podía ser un gran problema si no se atendía.  Nos pidió hacer exámenes y así teníamos a un niño de un par de meses llorando metido en una máquina gigante para una resonancia magnética.  Sin duda uno de los momentos más difíciles que he atravesado.

Todos estos ejemplos los pongo para que medites en todo lo que va pasando en tu vida y en la de aquellos que te rodean.  ¡Nunca hemos sabido ni sabremos lo que vendrá!  Lo que sí sabemos es que todos los que ponemos nuestra esperanza y confianza en el Señor, seremos dichosos y bienaventurados.  Siempre habrá distracciones.  Siempre habrá motivos para pensar que podemos hacer esto o aquello en lugar de entregar nuestra confianza al cien por ciento en Jehová.  No hay nada ni nadie que pueda sustituir a Dios.  Lo que sí debes saber es que hay dioses falsos y gente soberbia que nos confundirán.  

Medita en esto por un momento.

¿Estás poniendo toda tu confianza en Dios o te estás dejando seducir y confundir?

 

Oración

Padre: Cuántas gracias te doy por el amor incondicional que derramas sobre mí.  Gracias por enseñarme que siempre puedo confiar en Ti y por prevenirme para no confiar en dioses falsos o personas soberbias.  Padre, tú sabes lo que estoy atravesando y solamente tú sabes cómo se desenvuelve.  Yo hoy estoy convencido que puedo confiar en ti y vivir dichoso y bendecido por ello.  Quita todas mis dudas y permite que pueda vivir tu paz y gozo en cada momento sin importar lo que suceda.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén.