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21 abr 2010

Colosenses 3:12-13

Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.



Recientemente leí un comentario en facebook (para aquellos que no lo conocen, es una especie de pizarrón electrónico donde todos tus conocidos ponen comentarios) que atacaba a los creyentes de Jesús sobre su ignorancia y probablemente falta de intelecto por creer en Él. Lo primero que sentí al leerlo fue un ataque contra mi persona, pensé en qué contestar para poner a esta persona en su lugar. Después me calmé. Pensé que esta persona no tiene ni idea de lo que está escribiendo y probablemente en su vida ha abierto y leído una sola página del evangelio. Lo comparto porque el versículo de hoy nos dirige a ser bondadosos, humildes, amables y que perdonemos a los demás (yo no lo fui). ¿Cómo perdonar cuando alguien te ofende? ¿Cómo perdonar cuando tienes coraje? ¿Cómo perdonar a aquel que no le interesa ser perdonado? ¿Además de todo debo ser humilde y amable con esas personas? ¡Suena imposible!
Pienso que la imagen o percepción de las personas sobre los que seguimos a Jesús sería muy distinta si nos dedicáramos al cien por ciento en obedecerlo. No en inventar ritos, no en juzgar, no en criticar, no en excluir, dedicados a la obediencia y nada más. ¿Cuál sería el resultado? Una vida llena de retos. Recuerda rápidamente lo que viviste de una semana a la fecha. ¿Cuántas veces te hicieron enojar? ¿Te humillaron? ¿Te faltó paciencia? ¿Fuiste grosero? ¿Perdonaste o preferiste guardar el coraje? Ahora imagina que haces todo lo contrario. Te humillaron, te humillas aún más entregando tu orgullo a Dios; te lastimaron e hicieron enojar, pides que en tu corazón no haya coraje y pueda abundar el perdón; te desespera lo que hacen los demás, pide a Dios porque te llene de paciencia y tolerancia pero sobre todo amor para no juzgar. ¿Te das cuenta? ¡Seguir a Jesús está lleno de retos para tu vida!
Estoy convencido que seguir a Cristo es lo mejor que cualquier persona puede hacer y me da tristeza que haya personas que tengan un concepto tan erróneo de ello. Te animo a comprometerte con Jesús. A dejar todo lo que estorba en tu comunión con Él. A expresar de manera pública tu fe y principios. Pero sobre todo a obedecer. ¡Obedecer y obedecer! Que cada día que pase, hayamos sido más amables con los demás, hayamos sido menos orgullosos y más humildes, más amorosos y menos contenciosos, perdonando a nuestro prójimo sin esperar una disculpa. Todo esto lo puedes hacer entendiendo que Cristo ya lo hizo por ti…

Oración
Padre: cuántas gracias te doy por el amor tan increíble e inmerecido que me das. Gracias por guiarme y mostrarme tus principios que me guían por una vida plena y llena de Ti. Te pido que me enseñes a perdonar, a humillarme, a ser amable, a ser amoroso, a obedecerte. Quiero entregarte toda mi vida y seguir tus pasos sin restricción. Quiero comprometerme contigo y dejar de restringirte el acceso a mi vida. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

3 comentarios:

Unknown dijo...

Estuve buscando una respuesta y Dios llegue a esta cita

Un Tiempo con Dios dijo...

Hola y gracias por compartir tu experiencia.
¡Dios es increíble y hace cosas inexplicables!
Qué bueno que te sirvió.
No dudes en compartirlo.

Andrea E dijo...

Muchas gracias, es de bendición.