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16 oct 2014

Hebreos 12:5-6

Y ya han olvidado por completo las palabras de aliento que como a hijos se les dirige: Hijo mío, no tomes a la ligera la disciplina del Señor ni te desanimes cuando te reprenda, porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo. 




Hay un dicho que dice: se requiere de todo un pueblo educar a un niño.  Mientras tanto, la biblia nos dice que solamente necesitamos a Dios.  Hoy en día está de moda utilizar distintos métodos que no involucren ningún tipo de agresión o incluso coercitividad en los niños.  Si bien, estoy de acuerdo en que debemos velar por el derecho de que no sean maltratados y la violencia intrafamiliar deje de existir, también pienso que hemos caído en el extremo y no estamos entendiendo la gran importancia que tiene la disciplina.  Queremos que un niño piense y actúe como un adulto.  Que desarrollen su pensamiento y entendimiento.  Les pedimos que mediten y buscamos canalizar sus malas reacciones.  Sin embargo, en la biblia no vemos eso.  No hay psicología.  No hay empatía.  No hay “tiempos fuera”.  La biblia nos habla de una disciplina firme y totalmente coercitiva.  Sin embargo, esta disciplina tiene un elemento fundamental: el amor.  La disciplina no llega porque Dios ya se hartó de nosotros.  No llega porque está cansado.  Tampoco nos disciplina porque no supo cómo frenar nuestras malas acciones.  No.  Dios nos disciplina porque nos ama.  Más adelante estudiaremos cómo la biblia nos enseña a demostrar el amor a nuestros hijos a través de la disciplina.
¿Sabes?  El día de ayer fue un mal día en general.  Problemas en mi trabajo.  Problemas por la tarde.  Problemas por la noche.  Podría señalar.  Podría utilizar pretextos.  Podría enfocar la atención a lo que los demás hacen y reclamar a Dios.  Sin embargo, esto no tiene sentido.  No porque no tuviera razón.  Puedes o no puedes tener la razón y ese no es el punto.  El punto es entender si Dios nos está disciplinando.  A veces estamos tan metidos en nuestros propios asuntos que olvidamos que Dios quiere transformarnos.  Escogemos los reclamos y los cuestionamientos contra Jehová en lugar de cuestionar nuestras acciones.  Hay mucho que tengo que cambiar.  Estoy seguro que tú estás en la misma situación.  Podemos elegir que Dios nos transforme o seguir señalando y buscando culpables.  Dios te ama.  Por esta razón, debes saber que de tiempo en tiempo, vendrán situaciones a tu vida en las que te “sacudirán el piso”.  Tal vez el Señor decida quitarte tu trabajo porque ocupaba el lugar más importante de tu vida y debes aprender que ese lugar le pertenece a Dios.  Tal vez se cayó una oportunidad de negocio importante porque debes aprender a confiar en Él y no en tus conexiones y habilidades personales.  Medita en lo que has vivido en estos últimos días.  ¿Qué te está mostrando Dios?  ¿En qué áreas te está disciplinando?  Dios te ama y por consecuencia te tendrá que disciplinar.  No por rencor ni por coraje sino por amor.  Buscará corregir tus pasos para que camines por donde hay abundancia.  Te reprenderá para que tomes las decisiones correctas y vivas conforme su voluntad.  Si hoy estás siendo disciplinado, ¡gózate!  Quiere decir que Dios te ama y quiere mejorar tu vida para que te acerques más a Él.  ¡Piénsalo!

Oración

Padre: nunca pensé que la disciplina traería bendición a mi vida.  Yo te pido que pueda abrir mis ojos y dejar mi orgullo atrás para poder ver tu mano corrigiéndome.  Te pido que sea humilde y reciba tu corrección en lugar de querer señalar y culpar a otros.  Perdona mis pecados mi Dios y no dejes que me aparte de Ti.  Te lo pido en Cristo Jesús.  Amén

5 comentarios:

Unknown dijo...

Que belleza, me aclara cantiad de dudas, mil gracias

Unknown dijo...

Q honda raza

Un Tiempo con Dios dijo...

Hola y gracias por compartir que te ha servido.

Anónimo dijo...

gracias señor por estar cerca siempre

Un Tiempo con Dios dijo...

¡Amén!