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19 may 2010

Colosenses 3:22

Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios.



Aunque en muchos países ya no existe la esclavitud como tal, podemos seguir entendiendo este versículo como una forma de conducir nuestro trabajo y en general, cualquier actividad que realizamos. Además nos muestra que el ministerio de Jesús no era abolir la esclavitud ni comenzar revoluciones para luchar por sus derechos. Actualmente todo está enfocado en nuestros derechos, en el bien común y en tener una vida digna. Estoy de acuerdo con todo ello, pero la misma Palabra de Dios nos dice “¿de qué sirve al hombre si ganara el mundo y perdiere su alma?”. Debemos enfocarnos en seguir los pasos de Jesús y no agregar lo que nosotros consideramos como importante. Insisto, evitar las injusticias es muy bueno, pero enfocarnos en que primeramente las personas que están involucradas en ellas conozcan de Dios, es mucho mejor.
Obedecer en todo lo que nos pidan, sirviendo en todo momento sin importar que nos vean o no, no tratando de caer bien ni de tener buena fama, simplemente cumpliendo en todo con corazón sincero y temiendo a Dios.
¿Por qué tanta gente trabaja distinto cuando no está su jefe o no lo están viendo? ¿Por qué las empresas tienen que contratar a un supervisor y luego a un supervisor del supervisor y luego ponen una cámara que supervise al supervisor del supervisor? ¿Suena un poco ilógico y desconfiado no?
Si quieres compartir a Jesús, no tienes que andar con una biblia para todos lados y hablar de Él en todas tus conversaciones. La principal, y a mi parecer, más importante forma de compartir tu amor a Jesús es en la obediencia y entrega a Él. Si tus compañeros se van temprano el día que no hay un supervisor o jefe, tú te quedas hasta la hora que debe ser. Hay muchas profesiones que tienen muy mala fama de cumplir con los trabajos a tiempo como el área de la construcción. Te dicen una fecha y terminan varios meses después. ¿Por qué lo hacen? ¿Por qué vivimos mintiendo y buscando agradar a los ojos del hombre? ¿Cuántas personas no andan “lamiendo las botas del jefe”? Buscamos agradar al hombre. Buscamos ser reconocidos por el hombre. Nos gusta subir de puesto. Nos gusta trabajar para grandes y reconocidas empresas. Nos gusta que nos vean hacia arriba. ¡Alto! Dios siempre te va a ver hacia abajo. Trabaja para agradar a Dios. No te quejes si tu trabajo es de una u otra forma, estoy seguro que podría ser diferente y menos conflictivo, pero por algo Dios te puso ahí. Trabaja para Dios. Cumple con tus obligaciones no para ser reconocido sino para agradar a Dios. Jehová es tu jefe. Él es el director de todas las corporaciones. El es el director del mundo y todo se sujeta a Él. Trabajemos con corazón sincero para Él.

Oración
Padre: gracias por recordarme cómo trabajar. Me vi envuelto en querer trabajar para la gente y ser reconocido por ellos. Perdona si no he trabajado para agradarte. Quiero que mi trabajo te de la gloria y te pido que me guíes para que así sea. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén

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