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18 may 2010

Colosenses 3:20-21

Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen.



Qué fácil es utilizar inadecuadamente la autoridad o el poder. Como padres, se tiene la facultad de decir sí o no y no hay más en la discusión. Son una especie de reyes en su pequeño reino (¡dependiendo el tamaño de la familia!). Cuántas veces no preguntaste como hijo: ¿por qué no? Y la respuesta fue: porque no o porque lo digo yo y punto.
Por el otro lado están los tipos de hijos. A mi parecer se dividen en dos: obedientes y desobedientes. El desobediente no le importa recibir consejo, no quiere escuchar ningún tipo de corrección y probablemente no tenga una buena relación con sus padres. El primero, es muy probable que su comunión familiar sea mejor aunque no es garantía. La única diferencia entre estos dos es que el obediente sabe que debe obedecer y busca hacerlo constantemente independientemente de sus fallas.
Esta es nuestra naturaleza. Dios nos habla a través de Pablo y previene sobre posibles conflictos familiares. No se trata de estar de acuerdo o no. Todos tenemos la posibilidad y probablemente caigamos en desobediencia a nuestros padres y en desesperar a nuestros hijos. Hoy quiero que medites sobre tu actitud como padre… Ahora medita tu actitud como hijo…
Evalúa tu comportamiento a los ojos de Cristo y no con los tuyos.
Hijos: obedezcan, escuchen a sus padres, hagan caso de sus consejos y respétenlos. Padres: no abusen de su autoridad, cuiden a sus hijos y guíenlos con paciencia y amor, no se dediquen a regañarlos y decirles que están haciendo todo mal pues solamente los desanimarán.
Nos dice el versículo que como hijos no debemos desobedecer pues esto no agrada a Dios. ¡Este es un gran consejo para los padres! Padres, dejen de utilizar su autoridad para corregir como les plazca y utilícenla para guiar a sus hijos en la obediencia a Dios. Si corrigen, hagan notar a sus hijos que lo que están haciendo es desobedecer primeramente a Dios. Hijos, obedezcan a sus padres. Todos hemos sido hijos y tenido que obedecer o por lo menos escuchar a nuestros padres. Así como Dios Padre tiene cuidado de nosotros y busca nuestro bien, de la misma forma nuestros padres lo buscan o buscaron. Tal vez lo hicieron de buena o mala manera pero seguro lo intentaron hacer, pero como hijos no nos corresponde el juzgar su desempeño, solamente nos corresponde obedecer. Pongamos atención tanto como padres como hijos para obedecer al Señor en nuestros roles familiares. Estoy convencido que gran parte de los problemas que encuentran las familias, están derivadas de no seguir este principio tan elemental. Y tú ¿qué piensas?

Oración:
Padre: perdona que no he sido obediente. Te pido que me guíes para ser el hijo que Tú quieres que sea. Te pido que me guíes para que sea el padre que me pides que sea. Ayúdame a ver mis errores y trabajar con amor y paciencia. Ayúdame a que en mi familia estés siempre presente y seas la base de la misma.
En Cristo Jesús te lo pido.
Amén

6 comentarios:

gaby dijo...

Genial....bendiciones.ser padre no es facil.señor guiame!!

Unknown dijo...

Genial AMÉN gloria a Dios

Un Tiempo con Dios dijo...

Hola y gracias por sus comentarios!
Compartan esta pagina con todos los que piensen que pueda serles de bendición.

Unknown dijo...

Amén, es cierto no es fácil criar a los hijos más aún cuando los padres no se ponen de acuerdo, gracias por lo aprendido, bendiciones.

Un Tiempo con Dios dijo...

Gracias por tu comentario e igualmente bendiciones para ti.

Anónimo dijo...

Así es no debe de ser fácil padre, pero también es difícil ser hijo.seguir perseverando en obediencia😑aunque no estemos de acuerdo con algunas cosas,algún día tendremos nuestra recompensa