Salmo 23:1-6

El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar.  Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas.  Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre.  Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.  Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar.  La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del habitaré para siempre.

Vuelve a leer el pasaje detenidamente.  Cada versículo tiene mucho valor por la cantidad de información y esperanza que trae a la vida de cada uno de nosotros.  ¿Quién es tu Dios?  ¿En quién crees?  Si dices creer en el Dios de la Biblia, ésta es la descripción de cómo debes comportarte en tiempo de tribulación y qué esperanza te mantiene de pie.  No tomes los versículos que te gustan y deseches los demás.  Entiende que este Salmo se puede aplicar para cada situación que atravieses en tu vida.  ¿Escases?  Jehová es mi pastor, nada me faltará.  ¿Abrumado, angustiado, nervioso?  En pastos verdes me hace descansar.  ¿Agotado, desesperado?  Junto a tranquilas aguas me conduce y me infunde nuevas fuerzas.  ¿Enfermedad, soledad, temor, muerte, sufrimiento?  Aun si voy por valles tenebrosos, no temo porque Tú estás a mi lado.  ¿Te das cuenta?  Estas no son palabras al aire.  No son frases lindas con buenas intenciones.  Es la guía que el Creador nos dejó para vivir conforme a su voluntad.  ¿El problema?  Vivir así significa renunciar a tu voluntad.  Tal vez no puedas aceptar la idea de dejar de preocuparte por tus seres queridos entendiendo que Dios los ama más que tú.  Tal vez no quieres dejar de pensar que tu trabajo no es la fuente de tu sustento sino Dios y por eso no tomas decisiones distintas.  Hace varios meses que estuve en proceso de cambiarme de trabajo.  No fue nada fácil.  Te puedo compartir que lo que tuve que hacer fue renunciar a lo que yo pensaba sería lo mejor y entender que lo que Dios había preparado no tenía comparación.  Esto no fue de un día para otro.  Pasaron meses.  Mucha frustración, desesperación, angustia y enojo.  También había emoción y buenos deseos pues no todo era malo pero por alguna razón los otros sentimientos siempre se manifiestan con mayor fuerza.  Hoy, pasada la “tormenta” te puedo decir que haber escuchado la voluntad de Dios y renunciar a la mía fue lo mejor que pude haber hecho.  Estoy sumamente feliz en mi trabajo y este salmo junto con otros pasajes de la biblia son los que me trajeron a este punto.  Lo que sea que estás viviendo.  Bueno, malo o simplemente diferente.  Cuestiona si realmente estás viviendo conforme a la voluntad de Dios.  ¿Realmente estás creyendo y viviendo su palabra?  ¿Realmente estás entregando tu voluntad a Él?  ¿Realmente tienes paz y confías que te lleva a pastos verdes y aguas tranquilas?  Si la respuesta es sí, muchas felicidades, no desmayes y comparte tu historia para motivar a otros.  Si tu respuesta es no, muchas felicidades, tu honestidad es el primer paso por el camino correcto.  No desmayes.  Los cambios no son de un día para otro.  Busca ayuda.  Abre tu vida a alguien que tenga conocimiento de la palabra y pueda guiarte.  Ora.  No dejes de orar constantemente.  Auto examínate.  Se honesto contigo mismo pues a Dios nunca lo engañarás.

Espero puedas terminar de leer esto motivado a conocer más de Dios y de poner en práctica su palabra en tu vida.

Oración

Padre: gracias por este salmo tan hermoso y lleno de esperanza, amor, gracia y dirección.  Prueba mi corazón Señor.  Prueba mis pensamientos.  Prueba mis acciones.  Yo quiero vivir conforme a tu voluntad y te pido abras mis ojos para darme cuenta de todo aquello que no es agradable a Ti.  Dame entendimiento para abrazar estas promesas y no dejar que las circunstancias me abatan.  Toma mi vida Señor.  En Cristo Jesús.  Amén