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13 jul 2016

Salmos 27:14 Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡Pon tu esperanza en el Señor!

¿Cuál es tu concepto de felicidad?  ¿El estado en el que no hay problemas?  Piénsalo.  es mucho más profundo de lo que te imaginas.  ¿Qué significa estar feliz?  ¿Qué significa estar pleno?  ¿Tener dinero para comprar lo que necesitamos y no tener que preocuparnos?  Mateo 6:19 dice que no nos hagamos tesoros en la tierra donde la tierra y el orín corrompen y donde los ladrones hurtan.  ¿Cómo estar pleno teniendo la incertidumbre que en cualquier momento alguien me roba y quita mis bienes?  Cuando Dios habla de tener esperanza, a qué se refiere.  ¿Cómo puede uno tener esperanza en el Señor?  ¿Por qué dice también que debemos tener valor y ánimo?  En otras ocasiones ya he explicado que estamos compuestos por dos partes: la carne y el espíritu.  Nuestra carne nos dice cómo reaccionar de manera impulsiva y por instinto.  Es pasional y no se detiene a pensar.  De cierta manera es muy primitiva.  Sin embargo, nos ayuda a sobrevivir y por ello nos volvemos tan dependientes de ella.  Por el contrario, el espíritu se comporta diferente.  Nos da la perspectiva correcta que es de eternidad y no de satisfacción inmediata.  Nos ayuda a tomar mejores decisiones entendiendo las consecuencias de las mismas por encima del placer que puedan producir.  De cierta manera, las caricaturas que ponen un diablito y un angelito volando arriba del personaje cuando intenta tomar una decisión podríamos relacionarlas con nuestra carne y espíritu.  Entonces, cuando nuestra carne escucha: ten esperanza en el Señor, ten valor y cobra ánimo, tenemos que entender que no recibe el mismo mensaje que el Espíritu.  Cada uno habla idiomas distintos.  La carne busca supervivencia y placer inmediato.  Solo se vive una vez.  El espíritu, por el contrario, sabe que es eterno y busca las cosas de Dios.  Por lo tanto, tenemos que tener presente en todo momento estos principios.  Así, cuando el tiempo llega y nos encontramos en una situación complicada, podemos distinguir entre la esperanza, el valor y el ánimo que nuestra carne busca versus el espíritu.  Nuestra carne va a ir en contra de nuestro espíritu.  Nuestra carne no entiende por qué no reaccionamos.  No entiende por qué no dejamos que nuestra ira se desborde.  Nuestra carne no entiende por qué no hacemos lo que está dentro de nuestro corazón con tantos deseos de salir.  ¿Lo estás entendiendo?  Mientras que el espíritu se llena de gozo cuando dejamos que Él tome control.
Empecé preguntando sobre tu concepto de felicidad y plenitud.  Ahora puedes entender que hay dos tipos de felicidad y plenitud.  La carnal y la espiritual.  Una nunca se llena mientras que la otra siempre puede acudir a la fuente principal.  ¿Quieres tener esperanza?  Acude donde está la verdadera fuente: en Jehová.  ¿Quieres tener valor y ánimo?  Descansa en Aquél que creó todo lo que ves y no ves, Aquél que venció al mundo, Aquél que venció a la muerte.  Aquél que tiene control sobre los mares y los vientos.  Tu carne no va a entender estas palabras.  De hecho las va a rechazar y tu reacción puede ser pensar que esto no es para ti.  Esa es tu carne hablando.  Esa misma carne te destruye ni busca tu bienestar sino la satisfacción inmediata.  Piénsalo.

Oración

Padre: gracias por enseñarme sobre mi carne y lo engañoso que resulta seguirla.  Ahora entiendo el por qué de tantos errores que cometí.  Te doy gracias por alcanzarme y mostrarme un camino distinto.  Te pido seas tú mi guía en todo momento y acuda siempre a Ti para llenarme de esperanza, valor y ánimo.  Te lo pido en el nombre de Jesucristo.  Amén

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