Vistas de página en total

28 jun 2021

Salmos 38:21-22 No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí. Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi Salvación.

La cultura en la que vives dicta mucho tu comportamiento.  A veces ayuda a tomar mejores decisiones mientras que otras veces empeora las circunstancias.  Personalmente pienso que la cultura en la que vivimos no ve con buenos ojos el pedir ayuda.  ¡Incluso dentro de aquellos que creemos en Dios!  Hay cristianos que piensan que no está bien acudir a un psicólogo o algún tipo de ayuda similar pues “todo” debe resolverse con oración.  Triste. Verdaderamente triste ver este tipo de circunstancias pues la Biblia nunca nos enseña esto.  Nos dice en Proverbios 11:14 que en la multitud de consejeros está la sabiduría.  Nos dice en Santiago 5:16 que confesemos nuestros pecados los unos a los otros. Entre otros ejemplos que muestran que somos seres sociales e interdependientes.  En ningún momento encuentro en la Biblia algún versículo que nos motive a salir adelante por nosotros mismos.  Tampoco encuentro versículos que enseñen que está mal pedir a Dios porque nos ayude y no nos desampare.  Piénsalo.  Tal vez no estás abriendo tu corazón ni teniendo una comunión profunda con Dios porque alguno de estos principios te está estorbando para crecer espiritualmente.

Hoy quiero dejarte muy claro que Dios no se enoja cuando acudimos desesperados a Él y suplicando porque no nos abandone.  No se molesta cuando le decimos que estamos cansados y pedimos porque se apure en ayudarnos.  De hecho, estoy seguro de que se ha de llenar de gozo cuando le pedimos que no se aleje de nosotros.  Si necesitas ayuda, pídela; si necesitas un consejo, pídelo.  Ahora, no busques a las personas que simplemente van a darte la razón sino también a aquellos que te van a decir lo que no quieres escuchar, pero probablemente tengan razón.  

Independientemente de las circunstancias que atravieses, medita en el pasaje de hoy.  Medita en cómo pide a Dios que le ayude y que no se separe de Él.  ¡Le pide que no lo desampare!  Así pasa a veces.  Sentimos que Dios está lejos y, aunque sabemos que no es así, nuestros sentimientos nos hacen pensar lo contrario.  Siempre habrá problemas o pruebas, por ello es importante aprender a conocernos y meditar en cómo reaccionamos.  Tómate unos minutos para pensar en cómo te sientes cuando pasa algo difícil en tu vida.  ¿Cómo reaccionas?  ¿Cómo oras?

 

Oración

Padre: gracias por mostrarme en tu palabra que puedo acudir a Ti y pedirte que no me abandones, que no te separes ni un instante de mí y que por favor me ayudes.  Examina mi corazón y guíame para que pueda seguir adelante.  Te lo pido en el nombre de Jesús.  Amén.

No hay comentarios: